Científicos expertos advierten sobre una condición que se propaga: “El síndrome del estudio único”
Por Laura Kubitz | Agosto 13 2015
Última Actualización Agosto 14 2015
La selección de pequeñas partes de información de un solo estudio y algunos titulares sensacionalistas, pueden tener un enorme impacto sobre cómo los consumidores perciben la salud, la nutrición y la seguridad alimentaria. Estas son algunas de las conclusiones de una conversación reciente que tuvimos con expertos científicos.
El grupo de activistas “Dirty Dozen” que identifica los productos con los más altos niveles de residuos de plaguicidas, es un buen ejemplo de ese impacto. Identificar las frutas y verduras con los más altos niveles de residuos de plaguicidas, podría llevar a la gente a consumir menos de estos alimentos nutritivos basándose en la percepción del riesgo, incluso si el riesgo real es insignificante.
El Dr. Carl Winter, PhD, Toxicólogo de Extensión Alimentos y Vicepresidente del Departamento de Ciencia y Tecnología de Alimentos de la Universidad de California, ha identificado las trampas comunes en que las personas caen en la hora de interpretar estos mensajes.
La primera trampa consiste en la idea de que los consumidores a menudo ignoran cómo “la dosis hace el veneno”. Es la cantidad de exposición a una sustancia química, dijo, no su presencia o ausencia, lo que determina el potencial de daño.
La segunda trampa es que la gente asume los estándares del gobierno de que los niveles de las sustancias en los alimentos, se basan únicamente en la salud. De hecho, muchos se basan en las prácticas agrícolas, prácticas de manufactura, la capacidad de detección o en los niveles en los que se producen naturalmente estas sustancias.
La tercera trampa es cómo las normas reguladoras de los diferentes alimentos no son automáticamente comparables. A veces los estándares basados en la salud reflejan las estimaciones de consumo de alimentos y pueden no ser apropiadas entre los alimentos con grandes diferencias en el consumo de agua (es decir, contra el vino). Por ejemplo, un estudio encontró que los niveles de arsénico en los vinos de California eran 100 veces más altos que los estándares establecidos para el agua. Comparar las normas y declarar un riesgo para la salud es engañoso, ya que se estima que el consumo de agua es mucho mayor que el de vino.
El Dr. Kevin Folta, profesor y director del Departamento de Ciencias Hortícolas de la Universidad de Florida, entró a la discusión:
“La ciencia bien fundamentada ve un par de artículos publicados de forma constante durante un período más largo de tiempo de construcción en la investigación”, dijo. “La cobertura mediática hace lo contrario. Los reporteros harán un gran revuelo sobre el descubrimiento inicial, pero no siempre se seguirá informando sobre los estudios de seguimiento. El primer gran revuelo es lo que toda la gente recuerda. La evidencia contraria y las voces que suavizan la historia, son ignoradas, especialmente después de un tiempo. Los activistas se aprovechan de este ciclo”.
Folta también señaló cómo se está publicando de manera estándar en la ciencia. La mayoría de las revistas tienen un proceso de revisión rigurosa antes de aceptar una nueva investigación como ciencia fundamentada y publicarla. Sin embargo, los editores de “depredadores” aceptarán trabajos para su publicación carente de rigor, por una cuota. Además, las agendas de los activistas pueden secuestrar publicaciones que parecen legítimas.
Por ejemplo, Folta presentó un estudio publicado en Reproductive Toxicology que pretendía encontrar que los residuos de plaguicidas utilizados en los alimentos producidos mediante la biotecnología, pueden pasar a un feto sin nacer. Folta señaló varias críticas al estudio y explicó cómo la investigación adicional nunca fue publicada para desarrollar más o verificar el estudio. En cualquier caso, los titulares sensacionalistas contribuyeron a generar cierta desconfianza del público y a una confusión sobre los cultivos biotecnológicos.
Como comunicadores de la ciencia, ¿cómo podemos ayudar a ganar la confianza del público? Folta sugirió varias técnicas. En primer lugar, tomar el tiempo para entender los temores y las preocupaciones de la gente. Sugiere que los estudios “únicos en su clase”, son fuentes peligrosas de información.
También podemos alentar a los consumidores a que busquen estudios que se basen en los resultados de trabajos anteriores. La buena ciencia produce un flujo constante de investigación que verifica y continúa explorando un tema específico.