La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) impuso, a finales de enero, una prohibición a la importación de salmón producido mediante ingeniería genética, lo que hace imposible vender el mismo producto que se había aprobado para uso alimentario sólo unos meses antes. La aprobación inicial de la FDA estipuló que el salmón sólo podía ser criado en Canadá y Panamá.
La prohibición fue por mandato del Congreso después de que muchos grupos de consumidores expresaron su preocupación por el etiquetado adecuado. Además, muchos minoristas han decidido no almacenar el salmón. La prohibición estará vigente hasta que la FDA pueda publicar directrices sobre cómo debe ser etiquetado.
El salmón modificado genéticamente se produce con una hormona de crecimiento de un salmón Chinook y un gen de la faneca oceánica. Estas modificaciones ayudan a que el salmón crezca lo suficientemente grande para su consumo en 18 meses, en lugar de los tres años que generalmente le lleva al salmón del Atlántico, para llegar al mercado.
La política actual de la FDA sólo requiere etiquetas en los alimentos producidos mediante la biotecnología, si se cambia el contenido de los nutrimentos o cuando se identifique un posible problema de seguridad. Estas diferencias no fueron identificadas en la nueva revisión de la FDA al salmón.
El etiquetado de los alimentos es de interés creciente para los consumidores que desean saber cómo se producen los alimentos y lo que contienen. De acuerdo con la Encuesta de Tecnología de Alimentos 2014 IFIC, que fue citada recientemente en Yahoo! Noticias, 59% de los estadounidenses son propensos a comprar peces modificados genéticamente. Además, el 63% de los encuestados dice que apoyan la política actual de etiquetado de la FDA.