¿Es “quimo-fobia” o miedo a lo desconocido? Un estudio de la Fundación IFIC llega al corazón de los temores de las mamás sobre la comida

Por Anthony “Tony” Flood | Mar 13 2015
Última Actualización Apr 14 2015

Por Henry Chin, Tony Flood y Elizabeth Petrun 

En un estudio recientemente publicado por la Fundación del Consejo Internacional de Información Alimentaria (IFIC), “Moldeando las Percepciones de Salud: Comunicando eficazmente sobre los Productos Químicos en los Alimentos” (Petrun, et al, 2015), expertos en investigación de consumo observaron a un grupo de mujeres que tenían una discusión sobre sus familias y cómo las cuidan. Las mujeres eran de diferentes orígenes. Una de ellas era una conductora de autobús, otra trabajó en la asistencia sanitaria, etc. Entre otras cosas, están unidas por la pasión de hacer la elección de los alimentos “correctos” para sus familias.

El estudio fue motivado por la necesidad de comprender mejor algunas de las razones subyacentes en las mamás, que les hace tener sentimientos aparentemente negativos hacia los productos químicos y temas relacionados, especialmente los productos químicos en los alimentos. Fueron de particular interés los sentimientos detrás de sus percepciones hacia una sustancia que está en contacto con los alimentos: Bisfenol A (BPA), el compuesto acrilamida está formado por calor y un químico que se encuentra comúnmente en el suelo, el arsénico.

No fue una sorpresa para los observadores cuando las madres explicaron que querían comprar el alimento más saludable para sus hijos. Mientras se desarrolló el debate, los observadores se dieron cuenta de que lo que más temen las mujeres acerca de la comida, es a lo desconocido y cómo podría afectar a sus familias y seres queridos.

La negatividad hacia los productos químicos no es un fenómeno reciente. Hace casi 50 años, un escritor de ciencia acuñó la palabra “quimo-fobia” para describir este fenómeno y la palabra se ha usado desde entonces. Por desgracia, no es solo un término peyorativo, sino que también conduce a malentendidos acerca de las motivaciones de las personas. Las fobias son generalmente exageradas, miedos irracionales, con base en peligros imaginarios y consecuencias terribles.

Sin embargo, el estudio de la Fundación IFIC mostró que “los consumidores no son irracionales” cuando reaccionan frente a las sustancias químicas. Sus respuestas se basan en su nivel de conocimientos, actitudes y creencias, atributos que definen nuestra individualidad, tanto como nuestro color de pelo, altura y huellas dactilares.

¿Qué tanto saben las mamás acerca de los químicos en la comida?

La investigación también mostró que el conocimiento actual entre las madres de niños en edad escolar, actualmente bajo su cuidado y que viven en su hogar, sobre los productos químicos en los alimentos, en general es bajo. Esto varió de qué productos químicos están presentes, a las cuestiones obvias de seguridad. Cuando se les pidió que describieran los productos químicos, las respuestas de las participantes iban desde “nada añadido a los alimentos” a “que suena poco natural”, al enumerar los aditivos alimentarios de uso común (y seguros) y los ingredientes.

En realidad, las conversaciones de las mamás sobre los productos químicos en los alimentos no están formuladas por expertos capacitados en evaluación de riesgos y gestión de riesgos, sino por las pasiones viscerales de hacer lo correcto para aquellos que les importan.

La dicotomía entre las actitudes de los científicos y las actitudes de los consumidores es, probablemente, el mejor ejemplo de las reacciones de las mamás a los mensajes sobre el BPA.

Mensajes de puntuación más alta (lo que significa que mejoraron la comprensión del BPA y que les proporciona tranquilidad sobre su uso):

1. La ciencia consensual sigue demostrando la seguridad del BPA como un compuesto de envasado de alimentos.

2. La FDA regula su uso en los materiales de envasado.

Mensajes de puntuación más baja (lo que significa que no facilitan la comprensión del BPA o no ofrecen garantías sobre su uso):

1. Estudios anteriores y actuales confirman que el BPA se absorbe rápidamente y se elimina después.

2. La mayoría de los efectos observados en estudios con animales, probablemente no son relevantes para los humanos.

Probablemente, la mayoría de los científicos reguladores argumentan que los mensajes de menor puntuación son muy positivos y que los mensajes de mayor puntuación apoyan esas declaraciones. Este estudio demuestra que las madres piensan y responden de manera diferente a los mensajes que contienen la jerga y el lenguaje técnico o científico.

La alfabetización en salud influye en las percepciones, creencias y comportamientos

El estudio encontró algunos resultados interesantes con respecto a que las mamás son más propensas a tener preocupaciones acerca de los productos químicos en los alimentos. Por ejemplo, las que tienen puntajes inferiores de alfabetización en salud (que indican una capacidad limitada para obtener y entender los servicios básicos de salud), son quienes generalmente se muestran más temerosas respecto de los químicos en el suministro de alimentos, que quienes tenían puntuaciones superiores de alfabetización en salud.

Además, aquellas con la alfabetización alta y baja de la salud, expresaron su preocupación general sobre el impacto a largo plazo de los productos químicos en los alimentos. Sin embargo, ponen a los químicos en perspectiva y señalaron que, si bien estos estaban en sus mentes, en general, tanto el sabor, el valor y la frescura de sus alimentos, eran también prioridad. La necesidad de “poner comida en la mesa” y elegir alimentos que sus hijos y familias disfrutarían, tiene una importancia fundamental.

Los principios de orientación deben ser considerados para informar de mejor manera a los consumidores sobre los ingredientes de los alimentos o compuestos de origen natural en los mismos:

1. Proporcionar un mensaje equilibrado con información sobre los beneficios, así como las posibles consecuencias no deseadas de evitar alimentos que contengan ciertas sustancias químicas, utilizando palabras orientadas a la acción para ayudar a los consumidores a sentirse capaces de tomar decisiones informadas.

2. Depender menos de conceptos negativos o frases que evoquen miedo e incertidumbre, como “efectos adversos para la salud” y “cierta preocupación”.

3. Llevar a cabo investigaciones adicionales para entender la relación entre la raza u origen étnico y la percepción del riesgo en los alimentos.

El uso eficaz de los principios ayudará a cualquier comunicador a crear una conversación que se entienda, resuene con los consumidores y, en última instancia, que construya la confianza del consumidor.

Este estudio proporciona información importante sobre cómo las madres perciben los productos químicos en los alimentos y cómo estas percepciones afectan su comportamiento. El proceso de toma de decisiones a la hora de comprar y consumir alimentos y bebidas, tiene múltiples facetas, ya que los productos químicos no son necesariamente la característica más importante del producto, para los consumidores. Aunque todavía hay mucho que aprender acerca de las percepciones de los productos químicos y su impacto en la toma de decisiones, este estudio dio un paso para acercar a las madres a la comunidad científica y para proporcionar comunicación de riesgos útil acerca de los productos químicos en los alimentos.

Referencia: Petrun, et al. Shaping Health Perceptions: Communicating Effectively about Chemicals in Food. Tendencias en la protección de los alimentos. Vol. 35, no. 1, pp. 24-45. January 2015 http://www.foodprotection.org/publications/food-protection-trends/article-archive/2015-01shaping-health-perceptions-communicating-effectively-about-chemicals-in-food/

henry-chin-foodHenry Chin, PhD es un experto independiente en seguridad alimentaria, química de los alimentos y su composición, gestión de crisis y la gestión de riesgos en el Henry Chin y Asociados.
elizabeth-petrun-nih Elizabeth Petrun, PhD es un enlace en la comunicación estratégica en los Institutos Nacionales de Salud.
tony-flood-food-safety Anthony “Tony” Flood es director senior de comunicaciones de seguridad y de defensa de los alimentos en la Fundación del Consejo Internacional de Información Alimentaria (IFIC).

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