Rompe-mitos: ¿La fructosa causa obesidad?

Rompe-mitos: ¿La fructosa causa obesidad?

Por FACTS Network | Mayo 04 2015
Última Actualización Mayo 05 2015

Mito: La fructosa es peor que el azúcar de mesa.

Hecho: Ni la fructosa ni el azúcar de mesa, son inherentemente dañinos. Todo depende de la moderación y el equilibrio en la dieta y actividad física.

Hay muchas razones del porqué las personas padecen obesidad y dejan de ser saludables. Comúnmente se le echa la culpa a la fructosa y a otras formas de azúcares refinados. En los blogs y las búsquedas de Google, la fructosa ha conseguido una reputación que la señala como un factor de obesidad.

¿Por qué especialmente la fructuosa? Principalmente porque, junto con la glucosa, la fructosa representa el 50% del azúcar de mesa. De hecho, rara vez o nunca, comemos fructosa sin glucosa. Las fuentes naturales de fructosa y glucosa son las frutas, algunas verduras, la miel, la caña de azúcar y la remolacha azucarera. Debido a que es un componente de los edulcorantes, como sacarosa y jarabe de maíz alto en fructosa, la fructosa está presente en una amplia gama de alimentos y bebidas endulzadas.

fruits-with-fructoseA pesar de que cada tipo de azúcar proporciona básicamente el mismo número de calorías, son metabolizados y utilizados por el cuerpo de diferentes maneras. La glucosa se digiere, se absorbe, es transportada al hígado y se libera en el torrente sanguíneo general. Muchos tejidos absorben la glucosa para obtener energía, lo que requiere insulina.

La fructosa se metaboliza predominantemente en el hígado, por lo que no requiere insulina para ser utilizada. Debido a esa diferencia, la fructosa no estimula algunas respuestas del cuerpo que podrían ayudar a regular el hambre (la secreción de insulina y leptina, y la producción de grelina). Por estas razones, algunos investigadores han especulado que la fructosa no hace que uno se sienta lleno, de la misma manera que lo hacen los carbohidratos. Sin embargo, estas sospechas se basan en gran medida en la investigación preliminar que implica dosis poco realistas de fructosa. Además, esta no es realmente consumida aislada de la glucosa. No hay evidencia de tales efectos en seres humanos que consumen cantidades moderadas de fructosa (~ <50 g / día) (Rizkalla, 2010).

Una revisión sistemática de Sievenpiper et al. (2012), encontró resultados similares, concluyendo que la fructosa es una cortina de humo en la búsqueda para determinar la causa de la obesidad. El consumo excesivo de calorías es el verdadero culpable.

El exceso de grasa corporal resulta cuando la gente no equilibra su consumo energético (calorías) con su gasto energético. Las calorías adicionales pueden provenir de cualquier nutrimento calórico, ya sean, proteínas, grasas, alcohol o carbohidratos, incluyendo almidones y azúcares como la fructosa. La falta de actividad física juega un papel importante en la promoción de la acumulación de grasa corporal y en el desarrollo de la obesidad.

Todos los azúcares, incluyendo la fructosa, pueden formar parte de una dieta saludable si se consumen con moderación.

Aprende más acerca de la fructosa

Dennis Buckley es autor de este blog post, es pasante de la Universidad de George Mason.