Biodiversidad – Básico I

Por Food Insight

Post – 11 de diciembre, 2019

Compartimos nuestro planeta con una multitud de otras criaturas vivientes: plantas, animales, insectos y microorganismos. Derivada de las palabras “diversidad biológica”, la biodiversidad se define formalmente como la “variedad de vida en la Tierra en todos sus niveles”. Esta diversidad es esencial para apoyar nuestro sistema alimentario. Específicamente, mejorar nuestra biodiversidad agrícola puede ayudarnos a aprovechar las especies de plantas y sus variabilidades genéticas para alimentar al mundo de manera sostenible y preservar nuestros recursos naturales.

Lo básico: ¿Qué es la biodiversidad? 

Como lo enfatizó Gurdev S. Khush, ex Laureado del Premio Mundial de Alimentos, la biodiversidad es la “base de la agricultura y nuestro sistema alimentario” y nos permite alimentar a la población humana al tiempo que mejora nuestra calidad de vida. Como tal, la biodiversidad es importante para mantener los ecosistemas agrarios, también conocidos como ecosistemas agrícolas y agroecosistemas. Un resumen rápido de los ecosistemas: un ecosistema es un área ambiental en la que “[todos] los organismos, así como el clima y los paisajes, trabajan juntos para formar una burbuja de vida”. Un ecosistema puede comprender muchos entornos diferentes, ya sea un pequeño estanque, una gran extensión de pradera o una granja agrícola en funcionamiento. Dentro de un agroecosistema, todo, desde el tipo de tierra hasta las especies de bacterias que viven en la tierra y la multitud de insectos, animales y diferentes cultivos en la parte superior del suelo, juegan un papel importante en el sostenimiento y el mantenimiento de la función y el equilibrio de una granja.

La biodiversidad de los diferentes ecosistemas agrícolas es importante para mantener la granja en sí, pero también nos permite disfrutar de una amplia variedad de productos. Por ejemplo, el ecosistema de una granja de ganado puede incluir el cultivo de diferentes variedades de maíz (utilizadas para alimentar a los animales, así como para el consumo humano) y la práctica del ganado de pastoreo, cuyos subproductos se pueden utilizar para fertilizar cultivos y ayudar a sustentar a los humanos, en forma de productos como leche, carne y artículos de cuero.

¿Por qué es importante la biodiversidad para la agricultura sostenible y los sistemas alimentarios?

En el pasado, la diversidad de plantas y animales permitió a nuestros ancestros poder cazar y recolectar una amplia variedad de alimentos y recursos. La evolución de la domesticación de diferentes plantas y animales (por ejemplo, granos y ganado) que se ha dado durante miles de años nos ha ayudado a desarrollar comunidades en varias partes del mundo y a aumentar exponencialmente el tamaño y la salud de la humanidad. Sin embargo, incluso con los beneficios de la domesticación, se necesita más biodiversidad, ya que nos permite responder a los nuevos desafíos agrícolas y las presiones ambientales en nuestro mundo.

Con los crecientes impactos del cambio climático y la explosión esperada de la población mundial en los próximos 30 años, es importante mantener la biodiversidad de nuestros ecosistemas agrícolas para combatir las brechas en la cadena de suministro de alimentos y promover la sostenibilidad ambiental.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación informa que “solo alrededor de 30 cultivos proporcionan el 95 por ciento de las necesidades de energía alimentaria humana”. De hecho, el 60 por ciento de nuestras necesidades alimentarias se cubren a través de cuatro cultivos, específicamente monocultivos (el cultivo de una variedad de cultivo) de papa, maíz, arroz y trigo. Debido a sus capacidades de crecimiento y valores nutrimentales, estos cultivos fueron seleccionados específicamente para ser los principales contribuyentes a nuestro sistema alimentario; sin embargo, su falta de variabilidad genética podría ser catastrófica si se enfrenta a plagas persistentes o condiciones climáticas duras prolongadas. Muchos cultivos monocultivos también tienen parientes silvestres y nuevos cultivares que pueden aumentar la resistencia a la sequía, producir mayores rendimientos, proporcionar soluciones energéticas e incluso aumentar la resistencia a las plagas, pero esos parientes no han sido explotados adecuadamente. Un ejemplo de los efectos perjudiciales del monocultivo se observó en los cultivos del banano que han sido devastados continuamente por un hongo que causa la condición de marchitez por Fusarium. Los esfuerzos continuos para combatir el marchitamiento por Fusarium han incluido la diversificación de su genética y el control de sus entornos de crecimiento.

¿Qué están haciendo los productores y agricultores de alimentos para apoyar la biodiversidad agrícola?

Aunque las prácticas agrícolas tradicionales han sido durante mucho tiempo el mayor contribuyente a la pérdida de biodiversidad, los agricultores y productores han explorado desde entonces prácticas más sostenibles para apoyar los agroecosistemas. Anteriormente hemos discutido algunas de estas prácticas, incluidos los cultivos de cobertura, la agricultura sin labranza, la labranza de conservación y la agricultura regenerativa, que buscan alternativas menos duras para disminuir la demanda de insumos químicos. Estos enfoques de sostenibilidad aumentan la biodiversidad y “mejoran la salud del suelo y la calidad del agua” en las granjas que los promulgan.

Además, los agricultores y productores de alimentos reconocen la importancia de preservar la variabilidad genética de diferentes especies de plantas, animales, insectos y microbios y están buscando nuevas formas de mejorar esta biodiversidad a nivel genético. Por ejemplo, la utilización de animales de pastoreo o el mantenimiento de la diversidad de insectos o depredadores puede disminuir las plagas y la vida silvestre no deseada en los sistemas de pastizales y cultivos de pastoreo. Otro método de cultivo implica aumentar la cercanía espacial de diferentes tipos de plantas, lo que puede permitir una polinización saludable de los cultivos por parte de los polinizadores, lo que lleva a una mayor variabilidad genética entre los cultivos.

Conclusión

A medida que continuamos esforzándonos por preservar la biodiversidad de nuestro mundo, es importante recordar el impacto que la biodiversidad agrícola tiene en nuestro sistema alimentario. Al aumentar la diversidad de cultivos y ecosistemas agrícolas ahora, estaremos en mejores condiciones para mantener el delicado equilibrio de nuestro sistema de producción de alimentos, continuar produciendo los alimentos que amamos y asegurar que las futuras generaciones también puedan tener acceso a una amplia variedad de tipos de alimentos. El impacto y la importancia de los agroecosistemas y la biodiversidad agrícola se están convirtiendo rápidamente en la próxima gran discusión en el mundo de la producción de alimentos.