Celebramos la apertura del 1º de Mayo de la Expo Milán 2015, y de mayo a octubre nos uniremos a millones de personas que llegarán a Milán, Italia, para discutir el tema “Alimentar al planeta, energía para la vida”. La Fundación IFIC está comprometida con llevar esta discusión a un público más amplio, incluyendo a nuestros lectores de Food Insight. Como parte de este esfuerzo, el Presidente y CEO David B. Schmidt y la Directora Ejecutiva de la Fundación IFIC, Kimberly Reed, escribieron el artículo de la portada de la edición de mayo/junio 2015 de Diplomatic Courier: A Global Affairs Magazine, titulado “El futuro de los alimentos: la producción de alimentos, Innovación y Tecnología”. Tenemos el placer de compartir un extracto de este artículo con ustedes. ¡Te invitamos a leer el artículo completo en línea y a que cheques si hay actualizaciones sobre este tema, así como las próximas ediciones de Food Insight en Fundación IFIC y otras actividades planeadas en Italia durante esta EXPO histórica enfocada en los alimentos!
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El Futuro de los Alimentos: Producción Alimenticia, Innovación y Tecnología
Por David B. Schmidt y Kimberly Reed, Colaboradores invitados
Extracto tomado de un artículo del mismo nombre que aparece en la edición de mayo/junio 2015 del Diplomatic Courier: A Global Affairs Magazine.
Durante los próximos 6 meses (1 mayo a 15 octubre 2015), el mundo se enfocará en un tema muy importante: “Alimentar al planeta, energía para la vida” Este es el tema de la Expo Milán 2015 (también conocida como la “Feria Mundial”), que se celebra en Milán, Italia, y será el encuentro de alimentos histórico más grande del mundo. Más de 20 millones de visitantes asistirán a la Expo y cientos de millones más estarán involucrados en conversaciones persona a persona y virtuales en todo el mundo, para hablar sobre alimentos. Este será un momento importante para cada uno de nosotros (incluyendo niños, padres y profesores, así como los líderes mundiales y actores influyentes) para compartir nuestra experiencia y puntos de vista mientras nos reunimos para escuchar, aprender y desarrollar soluciones importantes.
Actualmente, hay 145 participantes oficiales que representan el 94% de la población mundial. Basándose en su tema central, en la Expo 2015 se señala que “a cada país participante se le ha encargado que cuestione y ofrezca soluciones a los principales retos relacionados con el futuro de los alimentos y cada uno va a proporcionar respuestas aprovechando su propia cultura y tradiciones.”
El tema de cada uno de los paneles de cada país, destaca la maravillosa diversidad de nuestro planeta. De la A a la Z –de Afganistán hasta Zimbabwe- vamos a aprender sobre temas relacionados con el arroz (Camboya), cacao (Ghana), café (Etiopía), cereales y tubérculos (Togo), la seguridad alimentaria y la sustentabilidad (Senegal), la soberanía alimentaria (Cuba), y el agua y el loto (Vietnam), por nombrar solo algunos.
El pabellón de E.U., “Alimentos Americanos 2.0: Unidos para alimentar al planeta”, “resaltará la industria estadounidense, los productos y el espíritu empresarial en los contextos de la sustentabilidad, la nutrición y la salud, la tecnología y la innovación”. En marzo de 2014, el presidente estadounidense Barack Obama declaró: “vamos a armar un excelente panel que muestre la innovación estadounidense para mejorar la agricultura, la nutrición y la salud de las personas en todo el mundo.”
Al considerar que es necesaria la innovación para mejorar nuestra agricultura mundial, la nutrición y la salud, y para cumplir con el desafío de la Expo “Alimentar al planeta, energía para la vida”, también hay que considerar un cambio demográfico muy importante. De aquí al 2050, la población mundial aumentará de 7.2 millones a 9.6 millones. Esto requerirá un aumento del 70% en la producción de alimentos y sin contar con tierras adicionales ni con los recursos naturales para hacerlo.
La producción de alimentos que van de la granja a la mesa, ha cambiado mucho en las últimas décadas, tanto para los agricultores como para los consumidores. Como cualquier otro negocio, los agricultores deben adaptarse a un mundo cambiante. Hoy en día, sabemos que cada agricultor estadounidense alimenta a más personas en todo el mundo que nunca antes, de 155 personas por agricultor. En 1960, esa cifra era 25.8 personas. En 2050, el mismo agricultor tendrá que alimentar a 232 personas.
Con recursos limitados, se necesitará innovar y una gran variedad de tecnologías para satisfacer la demanda mundial de alimentos. En cada paso del viaje de la granja al tenedor, la tecnología está ayudando a producir un suministro de alimentos seguros, abundantes, sustentables y nutritivos. La agricultura de precisión, con la ayuda de satélites GPS, puede apuntar a tratamientos de cultivos individuales, a parcelas más pequeñas de la tierra, lo que reduce el impacto ambiental. Los avances en la producción ganadera, que van de la climatización a las cualidades nutricionales de la alimentación, han mejorado la salud y el bienestar animal, y han aumentado la producción agrícola. La refrigeración y tecnologías de envasado modernas, aumentan la seguridad de nuestros alimentos, la distancia a través de la cual se pueden transportar y su frescura extendida.
Entre los avances más exitosos y más prometedores, se encuentra la alimentación y la agricultura biotecnológica, que incluye una serie de beneficios para el suministro de alimentos a través de diversos cultivos y otras técnicas. En el fondo, la biotecnología de alimentos es la ciencia de emplear las herramientas de la genética moderna para mejorar los rasgos beneficiosos de las plantas, los animales y sus componentes alimenticios.
El Dr. Lowell Catlett, Decano y Director Administrativo de la Facultad de Agricultura, Consumo y Ciencias Ambientales de la Universidad Estatal de Nuevo México, declaró: “Los Estados Unidos se han convertido en un proveedor mundial de alimentos, solo porque hemos empleado la tecnología para hacernos mucho más productivos, y lograr generar más calorías de las que podamos consumir y así poder ayudar a alimentar a un mundo hambriento; la única manera en la que hemos logrado esto es con la tecnología… Tenemos que invertir, más que nunca, en tecnología para asegurarnos de que podemos [alimentar a nueve mil millones de personas]. La base de recursos dice que podemos hacerlo, pero no podemos hacerlo sin la tecnología.”
La biotecnología alimentaria puede ayudar a alimentar a nuestra creciente población y al mismo tiempo, traer varios beneficios adicionales a lo largo del camino. No solo los insectos protegidos y variedades de cultivos transgénicos resistentes a virus, producen plantas más resistentes, lo que lleva a mayores rendimientos, sino las plantas también están siendo diseñadas para crecer en lugares donde no sobrevivirían antes.
Los cultivos transgénicos también pueden ayudar a proteger el medio ambiente con la producción de variedades tolerantes a herbicidas, lo que disminuye la cantidad de plaguicidas utilizados en la agricultura. Disminuir el uso de plaguicidas puede tener un impacto positivo en la salud y el bienestar de la vida silvestre, ya que aminora la exposición de los agricultores a los pesticidas y contribuye a un suministro de agua limpia.
Con la biotecnología, la comida en sí puede ser más saludable y nutritiva, ya que los cultivos con características nutrimentales mejoradas llegan al supermercado. Estos alimentos pueden ayudar a combatir enfermedades crónicas proporcionando compuestos más saludables, incluyendo niveles más altos de antioxidantes y vitaminas, y menores cantidades de grasas. Los científicos también han comenzado a poner la mira en las proteínas que causan alergias.
El Dr. Robert Thompson, ex Decano de Agricultura de la Universidad de Purdue y el gobierno de Estados Unidos y funcionario del Banco Mundial, quien actualmente es profesor visitante en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados Paul H. Nitze de la Universidad Johns Hopkins, plantea un importante tema que, por desgracia, muy frecuentemente es pasado por alto, y que está relacionado con la tecnología cuando se trata de “Alimentar el planeta, energía para la vida”: la desnutrición.
Thompson estima que hay más de dos mil millones de personas en el mundo que sufren de anemia y varios cientos de millones que sufren de ceguera como resultado de la deficiencia de vitamina A. “Tal vez lo más triste de todo, es la deficiencia de yodo en África subsahariana y algunas partes de Asia, donde la administración de suplementos de yodo no es una práctica común. (Lo tenemos en forma de sal yodada en los E.U.) La deficiencia de yodo en la dieta de las mujeres embarazadas y los niños menores de dos años de edad, puede causar una atrofia irreversible tanto en el desarrollo físico como en el mental. Eso es una consecuencia trágica para la sociedad en su conjunto”.
Thompson predice: “Es posible mejorar el contenido nutrimental de los alimentos básicos que utilizan herramientas de investigación avanzadas, como la ingeniería genética, una técnica que prácticamente cada autoridad científica en el mundo ha considerado y se ha concluido que no es peligrosa para la salud humana o el medio ambiente”.
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