Por Alyssa Ardolino, RD | 5 de septiembre del 2018
Última actualización 5 de septiembre del 2018
El comienzo del ciclo escolar es una época de mucho ajetreo. Las nuevas calificaciones, los nuevos útiles escolares y las papilas gustativas en maduración son muchas cosas para estar malabareando. Como padre, decidir qué darle a tu su hijo para el lunch puede ser complicado, pero no tiene porqué serlo. ¡Usa estos consejos para eliminar las conjeturas y hacer que la preparación del almuerzo sea divertida!
Variedad
Trata de incluir al menos tres grupos de alimentos en la lonchera de tu hijo. Algunas combinaciones podrían ser: pan de pita (granos), hummus (proteína) y zanahorias (verduras); galletas saladas (granos), rebanadas de pavo (proteína) y tomates (verduras, ¡o técnicamente, una fruta!); yogurt (lácteos), granola (granos) y fruta. No sientas que tengas que limitarte solo a tres grupos de alimentos; si puedes incluir de cuatro a cinco, mejor aún. Elegir entre una variedad de alimentos diversifica los nutrimentos que comen tus hijos y hace que el almuerzo sea más agradable.
Hazlo divertido
La planeación del lunch puede parecer una tarea más de la lista de los deberes, pero es una oportunidad para compartir una actividad con los hijos y enseñarles cómo ser autosuficientes. Deja que ellos tomen la iniciativa eligiendo qué tipo de verduras les gustaría probar esa semana. Si estás preparando una receta casera mixta, dales la oportunidad que te ayuden a elegir los ingredientes. Si son lo suficientemente mayores, pueden aprender habilidades con cuchillos al comenzar de manera simple cortando plátanos o manzanas. Los niños pequeños apreciarán la oportunidad de contribuir con sus almuerzos semanales. ¡La autonomía construye confianza!
Intercámbialos
A medida que pasan los días y las semanas, es posible que notes si a tus hijos les empieza a aburrir su almuerzo. ¡Eso es completamente normal! ¿Quién quiere comer lo mismo todos los días? Ya sea una vez a la semana o una vez al mes, cambia la rutina preparando algo nuevo, como una pizza o una sopa casera y deja que tu hijo elija la receta. Probar recetas nuevas despertará la creatividad y le dará a la familia la oportunidad de vincularse.
Preparar un almuerzo saludable no tiene por qué ser un dolor de cabeza. ¡Esfuérzate para darle variedad incorporando al menos tres grupos de alimentos, hazlo divertido involucrando a tus hijos y no tengas miedo de preparar recetas nuevas!
Esta publicación de blog incluye contribuciones de Kris Sollid, RD y Allison Webster, PhD, RD.