Ciencia Sólida: consumir grasas insaturadas puede ayudar a las personas con diabetes
Por Megan Meyer, PhD | Jul 28 2016
Última actualización 28 jul 2016
Todos estamos en eso de analizar descubrimientos científicos, especialmente cuando las investigaciones se enfocan en la nutrición. La mayor parte del tiempo, estamos proporcionando una perspectiva importante a los estudios populares, trabajando para asegurar que la totalidad de la ciencia se promueva, en lugar de un resultado único y marginal. Así que, en lugar de dejarse llevar por las tendencias de los titulares, que de alguna manera nos convencen de que “X comida nos dará X enfermedad”, estamos trabajando para apoyar y promover la ciencia sana (especialmente porque este tipo de hallazgos, raramente generan titulares sensacionalistas y descarados).
¿Cuál es el estudio?
Este metanálisis de PLOS Medicine examinó más de 100 ensayos controlados aleatorios (ECA), el estándar de oro del diseño de estudios, para examinar los efectos de la ingestión de macronutrimentos, específicamente grasas saturadas, grasas monoinsaturadas, grasas poliinsaturadas e hidratos de carbono. Una variedad de marcadores de salud que son relevantes para indicar el desarrollo de diabetes, como el azúcar en la sangre, la sensibilidad a la insulina y la producción de insulina en adultos mayores de 18 años.
¿Por qué es interesante este estudio?
Este es uno de los primeros estudios que evaluó sistemáticamente la totalidad de la evidencia (es decir, utilizando los datos disponibles hasta noviembre de 2015), para examinar los efectos de las grasas saturadas, grasas monoinsaturadas, grasas poliinsaturadas y marcadores de carbohidratos, relevantes para indicar el desarrollo de la diabetes. ¿Por qué el interés en la diabetes? La diabetes es una de las enfermedades no transmisibles más comunes. En 2014, 387 millones de personas tenían diabetes y además de la intervención farmacéutica, la modificación de los hábitos alimenticios ha demostrado ser una estrategia exitosa tanto en la prevención como en el control de la diabetes.
Un trastorno crónico, la diabetes se desarrolla cuando el páncreas no puede producir suficiente insulina o cuando el cuerpo ya no puede hacer uso de la insulina producida. ¿No estás seguro de dónde viene el azúcar (glucosa)? La insulina es una hormona clave que permite a las células del cuerpo comerse el azúcar en la sangre, utilizándola como energía. A largo plazo, la producción o una función inadecuada de la insulina, aumenta los niveles de azúcar en la sangre (hiperglucemia) y puede dar lugar al desarrollo de la diabetes.
¿Cuáles fueron los métodos?
En términos generales, los autores utilizaron la metarregresión de múltiples tratamientos, que es una manera elegante de decir que los autores usaron métodos estadísticos para analizar y sintetizar estudios con diferentes intervenciones. Más específicamente, los autores analizaron los hallazgos de 102 ECA. En estos estudios, 4,660 participantes se inscribieron para evaluar cómo los macronutrimentos, como grasas saturadas, grasas monoinsaturadas, grasas poliinsaturadas e hidratos de carbono, afectan la regulación del azúcar en la sangre, así como la sensibilidad a la insulina y la producción.
¿Cuáles fueron los hallazgos generales?
El intercambio de, ya sea, carbohidratos o grasas saturadas por grasas insaturadas, especialmente grasas poli-insaturadas, se relacionó con niveles mejorados de glucosa en la sangre, resistencia a la insulina y secreción de insulina.
¿Los hallazgos tuvieron significación clínica?
Con más y más meta-análisis que están siendo publicados y la relevancia siendo determinada por los valores de p, es importante evaluar si los resultados “significativos” tienen significado clínico real. Los autores encontraron que el aumento de la ingestión de grasa insaturada (mono- o poli-insaturada) mejoró tres meses los niveles promedio de glucosa en la sangre encontrados de una persona en un 0.1%. Se ha demostrado anteriormente que una mejora del 0.1% podría reducir la incidencia de diabetes en un 22%, lo que los autores consideran “clínicamente significativo, especialmente teniendo en cuenta la actual pandemia mundial de diabetes”.
¿Hubo alguna limitación en el estudio?
Al igual que todos los estudios, había bastantes limitaciones a tener en cuenta: hubo un pequeño número de ensayos para algunos puntos finales medidos. Además, los autores señalan que puede haber algunos “problemas potenciales de cegamiento, cumplimiento, generalización, heterogeneidad debido a factores no medidos y sesgo de publicación”. Además, como la mayoría de los ensayos incluidos en el análisis se realizaron en Norteamérica y Europa, los hallazgos podrían no ser aplicables a otras poblaciones y regiones.
¿Cómo se relacionan los hallazgos con el conjunto de pruebas?
Estos hallazgos están en gran medida alineados con el conjunto de pruebas y son una extensión de estos hallazgos. La Biblioteca de Evidencia de Nutrición (NEL, por sus siglas en inglés) del USDA evalúa, sintetiza y califica estudios científicos sobre metodología y criterios establecidos. El Informe Científico del Comité Asesor de Guías Alimentarias del 2010, evaluó el “efecto de reemplazar una dieta alta en carbohidratos con una dieta de ácidos grasos monoinsaturados elevados (MUFA), en personas con diabetes tipo 2” y encontró que hay evidencia moderada para apoyar que el aumento de la ingestión de grasas mono insaturadas, en lugar de la ingestión alta de carbohidratos, puede ser beneficioso para las personas con diabetes.
¿Cuál es el mensaje para llevarse a casa?
En conjunto, estos hallazgos pueden ayudar a informar a los profesionales de la salud, los responsables de la formulación de políticas y al público en general, acerca de las estrategias dietéticas para mejorar la salud metabólica. Esta investigación se enfoca en las grasas insaturadas saludables que se encuentran en aceites vegetales y pastas alimenticias, nueces, pescado y verduras ricas en grasas insaturadas (por ejemplo, aguacate). Además, los autores señalan que sus hallazgos no deben extrapolarse a los carbohidratos que se encuentran en “frutas, legumbres o granos procesados mínimamente”. El intercambio de grasas saturadas y/o carbohidratos por alimentos ricos en grasas insaturadas, especialmente grasas poliinsaturadas, puede ayudar a controlar los niveles de glucosa en la sangre, especialmente para aquellos que pueden ser pre-diabéticos o para aquellos que tienen diabetes.