Por David Hu, MS | 11 de mayo del 2017
Última actualización 11 de mayo del 2017
¡Que los amantes del café disfruten! Mientras que has dejado de tomar esa tercera taza de café por miedo a tener palpitaciones del corazón, la investigación reciente, no muestra ninguna conexión entre el consumo de la cafeína y la arritmia.
En este estudio publicado el año pasado en el Journal of American Heart Association, los científicos no encontraron ningún vínculo entre la ingestión de cafeína y las contracciones cardiacas prematuras o palpitaciones extra que interrumpen el ritmo normal del corazón. Estas contracciones prematuras pueden clasificarse además como auricular (PAC) o ventricular (PVC). El mismo grupo de investigación había determinado previamente una relación entre PACs / PVCs y un mayor riesgo de fibrilación auricular, insuficiencia cardíaca y muerte.
Métodos de estudio:
En la investigación, 1416 miembros del Estudio de Salud Cardiovascular (CHS) fueron reclutados al azar del grupo original de casi 6000 sujetos. Los participantes indicaron la frecuencia con la que consumieron ciertos artículos, organizando una serie de tarjetas que representan alimentos y bebidas comunes, incluyendo café, té y chocolate. Más del 60% de todos los sujetos reportaron su consumo diario de un alimento o bebida con cafeína. La actividad eléctrica del corazón de cada participante se rastreó durante 24 horas a través de un monitor de electrocardiograma portátil (EKG). El análisis de datos no reveló nada que sugería que la cafeína pudiera causar una mayor incidencia de PACs / PVC. Incluso cuando los investigadores explicaron los factores adicionales del estilo de vida que se sabe afectan la frecuencia de estas ocurrencias, no encontraron ninguna conexión significativa. La tasa de contracciones prematuras esencialmente se mantuvo igual en todos los grupos, independientemente de la frecuencia con la que cada uno consumiera productos con cafeína.
Fortalezas y limitaciones del estudio:
El estudio es único, ya que a la fecha, es el más extenso que examina los hábitos alimenticios en relación con la actividad de PAC / PVC utilizando monitoreo EKG. Además, los métodos utilizados para captar los patrones de alimentación y consumo de los participantes, específicamente el uso de cuestionarios de frecuencia alimentaria, se habían validado en estudios anteriores contra enfoques similares previamente establecidos.
Sin embargo, es igualmente importante reconocer las limitaciones del estudio además de sus fortalezas. El inconveniente más obvio es el uso de datos de autoinforme, que están sujetos a una serie de factores que pueden distorsionar las respuestas de los participantes (incluyendo la mala memoria y otros sesgos), para determinar el consumo promedio de cafeína. Además, el enfoque utilizado en el estudio en la clasificación de los alimentos, no explicó qué participantes del estudio consumieron directamente antes o durante el período de seguimiento, lo que puede haber afectado los resultados del EKG. Por último, los investigadores no pudieron calcular la ingestión total de cafeína, en lugar de depender de la frecuencia auto-reportada de consumo de productos con cafeína.
Últimas reflexiones:
Todos debemos conocer los efectos de lo que estamos metiendo en nuestros cuerpos y la cafeína no es una excepción. Un asombroso 85% de los estadounidenses reportaron consumir cafeína diariamente en un estudio separado. Queremos hacer las mejores recomendaciones posibles y evitar la cafeína basada en informes sin fundamento, ya que pueden ser más dañinos que benéficos. Échale un vistazo a nuestro blog de ciencia sólida anterior que explora los beneficios para la salud de la cafeína, que incluyen combatir la inflamación e incluso reducir el riesgo de algunas enfermedades crónicas.
Así que, si sientes que tu corazón se salta un latido, debes saber que no fue esa taza de café que te tomaste esta mañana.