Puntos destacados:
Hay varias formas de apoyar un microbioma saludable que incluye el consumo de prebióticos, probióticos y mucha fibra.
Detenme si has escuchado esto antes: eres lo que comes. Es un dicho común que esencialmente significa que tu salud y bienestar reflejan lo que regularmente comes y bebes. Parte de la buena salud, es tener un sistema digestivo (por ejemplo, intestino) que funcione en todos los ángulos. Mantener nuestro intestino en buena forma es fundamental para aprovechar al máximo todos los alimentos que comemos.
Mantener un intestino sano tiene varios beneficios, como la función inmune mejorada, una mejor absorción de nutrimentos, reducción de la hinchazón y más. Desafortunadamente, las enfermedades digestivas son un problema que a menudo se pasa por alto pero que es muy común en los Estados Unidos. De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud, las enfermedades digestivas afectan a 60-70 millones de estadounidenses. Afortunadamente, hay varias maneras de ayudar a mantener el intestino sano y reducir el riesgo de una enfermedad digestiva.
Uno de los mayores contribuyentes a la salud intestinal, es la bacteria o flora intestinal, a menudo denominado microbioma. El microbioma comprende bacterias saludables que se encuentran en el tracto intestinal. Estas buenas bacterias contribuyen a la absorción y digestión de algunos nutrimentos y a la síntesis de algunas vitaminas, como la vitamina B y la vitamina K.
Hay varias formas de apoyar un microbioma saludable, incluyendo el consumo de prebióticos y probióticos. Los prebióticos son compuestos de carbohidratos no digeribles que se encuentran en alimentos que promueven el crecimiento de bacterias buenas en el intestino. Buenas fuentes de prebióticos incluyen plátanos, miel, cebollas y puerros. Los probióticos son bacterias vivas que se introducen en el intestino y tienen efectos beneficiosos. Las fuentes de probióticos son alimentos cultivados, como yogur, kéfir, chucrut y kimchi.
Otra forma de promover la salud intestinal es consumir una cantidad adecuada de fibra dietética diariamente. La fibra es un carbohidrato no digerible que se encuentra principalmente en alimentos vegetales como frutas, verduras, frijoles, legumbres y cereales integrales. La fibra ayuda a mantener la homeostasis del microbioma, contribuye para una defecación saludable y reduce el riesgo de enfermedad coronaria. Trata de que al menos la mitad de tus granos sean integrales, para ayudar a consumir los 25 gramos recomendados por día si es mujer y 38 gramos por día si es hombre.
Además de consumir prebióticos y probióticos y una cantidad adecuada de fibra, también puedes ayudar a mantener tu intestino sano, enfocándote en la variedad de tu dieta. Intenta incluir una variedad de frutas y verduras, algunas tienen más fibra y prebióticos que otras y busca alimentos integrales y fortificados antes de recurrir a los suplementos.
Y no es solo lo que estás comiendo lo que importa, es cuánto. Practica la alimentación consciente e intuitiva para ayudar a evitar esa segunda (o tercera) ayuda, la cual probablemente no necesites de todos modos. ¡Incorporar algunos de estos componentes y prácticas, te ayudará a mantener un intestino saludable!
