Entendiendo, Evaluando y Comunicando sobre Nutrición. Parte III: Fondos de Investigación

(Tercero de una serie de tres artículos. Las partes uno y dos fueron publicadas en las ediciones del Insight Newsletter Alimentos, septiembre de 2015 y octubre de 2015).

La relación entre la nutrición y la salud está totalmente arraigada en los medios de comunicación, y desde los científicos hasta nuestro vecino de al lado parecen ser expertos en el tema. Convertirse en experto en evaluación de investigaciones, estando consciente de las perspectivas de los medios de comunicación y comprendiendo las diferentes formas de sesgo, es extremadamente importante en este campo en rápida evolución.

Hace poco entrevistamos al Dr. Andrew Brown de la Universidad de Alabama en la Oficina de Energética de Birmingham del Centro de Investigación de Obesidad de Energética y Nutrición, cuya voz se ha elevado al primer plano en la discusión de evaluación de la investigación y la integridad científica. En la última parte de nuestra serie, el Dr. Brown discute la financiación de la investigación y el sesgo.

FOOD INSIGHT: Vamos a hablar de otro tema candente en su campo: la financiación de la investigación. Usted ha recibido financiación de una variedad de fuentes para llevar a cabo investigaciones. ¿Puede describir cómo, en todo caso, el trabajar con diferentes proveedores de fondos, afecta su trabajo?

DR. ANDREW BROWN: Creo que primero es importante aclarar que ninguno de los fondos de investigación llegan directamente a mí. La financiación va a la universidad, que tiene una serie de controles y contrapesos, para asegurar la conducta ética de la investigación y la divulgación de los posibles conflictos de intereses financieros. Con la excepción de una subvención actual del NIH, ninguno de los fondos con los que he trabajado, fue concedido o regalado a la universidad bajo mi nombre.

Estos datos son muy importantes para ayudar a diversos intereses distintos de la ciencia (independientemente de que esos intereses procedan de industrias, fundaciones o gobierno) y de los intereses personales, puntos de vista políticos o de lucro.

Siempre clarificamos y especificamos las condiciones para las colaboraciones, regalos o donaciones. Por ejemplo, los regalos de libre disposición son sólo eso: no hay ninguna restricción explícita sobre lo que la universidad puede hacer con el dinero.

Para la financiación relacionada con investigaciones, siempre estamos seguros de definir qué es exactamente, y cuál es nuestro papel en la investigación. Para consultas, servimos como un recurso, dando nuestra experiencia o asesoramiento a un proveedor de fondos, pero no tomamos necesariamente la responsabilidad de la investigación o los resultados.

Sin embargo, cuando pongo mi nombre en una investigación, tiene que haber un entendimiento con el prestamista de que tenemos toda discreción editorial en escribir y publicar el trabajo, independientemente de los resultados. Esto se aplica a todos los proveedores de fondos (gobierno, industria, fundaciones, etc.), pero cuando trabajamos con la industria, tendemos a hacer que los acuerdos sean aún más explícitos debido al mayor escrutinio público de la financiación (justificadamente o no).

Sin embargo, las preocupaciones sobre la autonomía científica se producen con todas las formas de financiación. Sentido Acerca de la Ciencia está investigando la demora y la supresión de la investigación del gobierno, por ejemplo.

¿Por qué algunos perciben de forma diferente las fuentes de financiación?

Puedo decir personalmente que es fácil dudar cuando una empresa, fundación o grupo de investigación, publica resultados concurrentes con su ideología conocida, sobre todo si no están de acuerdo con la mía. Esa es mi respuesta humana, mi reacción instintiva.

Entonces tengo que aplicar activamente mi formación científica: mirar los datos, los métodos y la lógica; no importa nada más para la ciencia. A veces se confirman mis sospechas: los métodos son de mala calidad o las conclusiones exageradas. A veces me equivoco: tienen un estudio sólido que da pruebas bastante convincentes en contra de mi entendimiento personal o científico. A veces, la realidad está en algún lugar de en medio.

Forzándome a ser escéptico cuando un estudio está de acuerdo con mi punto de vista, sin embargo, puede ser más difícil pero más esencial para conclusiones científicas. Si leo un artículo que apoya mi visión del mundo, tengo que preguntarme a mí mismo: “Si este estudio hubiera estado en desacuerdo con lo que creo, ¿lo habría aceptado fácilmente como evidencia?” Si la evidencia no es lo suficientemente fuerte como para convencerme de que estoy equivocado, no debería tratarlo como si fuera suficientemente fuerte para apoyar mi punto de vista.

Enfocándose en la financiación, a pesar de una respuesta simple y humana, es la última cosa de valor para evaluar en un estudio.

La gente parece más crítica sobre investigaciones publicadas, cuando se confirma el interés de investigación de un financiador. ¿La publicación de resultados positivos es un fenómeno nuevo?

La sospecha de financiación no es nueva y algunos ejemplos de alto perfil (como con ciertas compañías farmacéuticas, de tabaco y compañías petroleras, por ejemplo) han sembrado esa semilla. Por desgracia, como ya he mencionado, hay demasiado énfasis en el financiamiento y muy poco en la ciencia. Muchos estudios han sido atacados por que los fondos podrían ser criticados, sin considerar siquiera las limitaciones de diseño del estudio o presentación de informes, sin entrar en ad hominem u otras falacias lógicas.

Lee nuestro último blog post sobre la investigación actual respecto del consumo de desayuno, conductas alimentarias e ingestión dietética.

Entonces, hay personas que están sesgadas y no aceptan los resultados de una investigación, si no están de acuerdo con la fuente de financiación.

Un estudio reciente, por ejemplo, financiado por una empresa que vende productos para el desayuno, mostró que saltarse el desayuno se traduce en una mayor pérdida de peso. Varias noticias indicaron que los resultados se deben de creer sólo porque no están alienados con el interés del financiador, pero esto crea un sesgo: si sólo consideramos los resultados en una dirección particular, entonces estamos descartando selectivamente la información de una manera muy sesgada.

Una vez más, centrarse en la financiación crea un sesgo no relacionado con los datos, los métodos o la lógica de conexión de datos y las conclusiones.

¿Cómo podemos mejorar la transparencia y reducir la desconfianza del público en la financiación de la investigación?

Creo que primero tenemos que dejar de atacar a las personas que revelan la información. Recibimos lo que en broma llamamos “forelash” (indiferencia o una ausencia de reacción) por dar un seminario sobre la mejora de la comunicación científica para una organización de prensa, debido a que el seminario fue supuestamente financiado por una empresa (dato desconocido por nosotros hasta nuestro “forelash”).

El contenido del seminario fue atacado incluso antes de que pudiéramos darlo, debido a la selección financiera. Por definición, se trata de una falacia lógica: evaluar la información dependiendo de quiénes la proporcionan o con quiénes estén vinculados. Irónicamente, algunos de los materiales que presentamos se derivaron de la misma organización que nos critica. Sin duda gran parte del problema es que la paranoia y la conspiración se avivan gracias al falso “periodismo de investigación”, el cual no le presta atención a la calidad de la ciencia.

Por otro lado, hay que reconocer que parte de la desconfianza comenzó con ejemplos realmente decepcionantes de conducta financiera o de investigación. En lugar de utilizar el descubrimiento, mitigación y perseverancia a través de los problemas como evidencia de la naturaleza auto-correctiva de la ciencia, los problemas se contabilizan como historias de fracaso alarmantes, que denigran a la ciencia y a los científicos.

Sobre todo en los temas relacionados con la salud pública, cada vez que alguien no está de acuerdo con una empresa que participa activamente financiando la investigación, la empresa se compara con las compañías del tabaco. Esto obviamente no es útil y distrae de la ciencia.

Pero la gente tiene muchas inquietudes que van más allá de las conclusiones científicas, y descartar estos ejemplos reales como incidentes aislados, es una narrativa mucho menos atractiva que las historias de una empresa científica corrupta. A pesar de que la divulgación de conflictos es, por definición, una práctica que lleva al sesgo (es decir, trae consigo especulación en lugar de datos), hasta cierto punto, seguirá siendo importante lograr la tranquilidad del público, sólo si no se utiliza como una arma ad hoc en contra de esas divulgaciones.

Es más importante para los patrocinadores y la comunidad científica que se siga construyendo una empresa de investigación, donde los resultados sean confiables, sin importar de dónde venga el financiamiento. La campaña All Trials es un ejemplo, las juntas independientes de monitoreo de seguridad de datos es otra, y el registro de estudio como ClinicalTrials.gov es otra.

De esta manera, las visiones del mundo y las áreas de experiencia se pueden aplicar a los mismos datos y estudios, para ayudar a resolver la multitud de sesgos humanos más allá de la preocupación superficial de financiación. Espero que el continuo desarrollo de estas iniciativas ayude a disminuir los ataques ad hominem contra la ciencia y los científicos, y debiliten a las teorías de la conspiración, en lugar de que se mantengan como un discurso dominante.