A menos que hayas estado viviendo en una cueva, probablemente has sido bombardeado con noticias sobre los “súper alimentos”. Pero también te has preguntado qué alimentos son “súper” y qué es lo que los hace “súper”.
Ante tanta información y propaganda, puede que estés haciendo las preguntas equivocadas. Hablamos con un experto en lo se puede describir más detalladamente como “alimentos funcionales”: el Dr. Jeffrey Blumberg, profesor de la Gerald J. Dorothy R. Friedman y la Escuela de Nutrición y Ciencias Políticas en la Universidad de Tufts, y Profesor de Farmacología y Terapéutica Experimental en la Escuela de Medicina de la Universidad de Tufts.
Queríamos obtener sus puntos de vista sobre la palabra “súper alimento”, las tendencias y lo que los consumidores necesitan saber. La siguiente es una versión condensada y ligeramente editada de nuestra videoentrevista con él aquí.
¿Qué significa el término súper alimentos?
No existe una definición científica o reglamentaria para un súper alimento. No deja de ser un término de marketing y es un término que no acaba de gustarme. Creo que es muy engañoso. Se puede llevar a los consumidores a pensar que si yo como un súper alimento, ya no tengo que comer muy sano. Se resta valor a uno de los principios centrales de la nutrición saludable y eso es elegir una diversidad de alimentos.
¿Los alimentos que están señalados como “súper alimentos”, están respaldados por la ciencia?
Si vas a etiquetar tus productos como “súper alimentos”, yo entiendo que es probable que no se tenga la evidencia científica que los avale, de lo contrario se estaría declarando acerca de la función, es decir, aquello para lo que esa comida está ayudando realmente. Si la comida sólo me ayuda a satisfacer mi necesidad de alguna vitamina o un mineral o de un ácido graso en particular, está muy bien. Sin embargo, un alimento funcional tiene que ir más allá de satisfacer las necesidades nutrimentales básicas para apoyar alguna función fisiológica o reducir el riesgo de contraer alguna enfermedad conocida.
¿Qué son los probióticos y los prebióticos, y cuál es la diferencia?
Se puede considerar que tanto prebióticos como probióticos, son ingredientes funcionales. Los probióticos son bacterias vivas que son buenas para nosotros. Nuestros intestinos contienen gran cantidad de bacterias que son importantes para promover la digestión y un montón de otros beneficios funcionales del sistema gastrointestinal y, de hecho, de todo nuestro cuerpo. Los prebióticos se refieren en general a fibras dietéticas que a esas bacterias les gusta comer, en las cuales prosperan. También se pueden crear alimentos que hemos denominado “simbióticos”, que es una combinación de pre y probióticos juntos.
¿Cuáles son los beneficios de la soya?
Todos los alimentos de origen vegetal incluyendo la soya contienen una serie de fitoquímicos, es decir, compuestos que no son nutrimentos esenciales como vitaminas y minerales, pero en realidad son componentes bioactivos de nuestra dieta. La soya es particularmente rica en compuestos que llamamos flavonoides. Pero los flavonoides que contiene la soya, son diferentes a los que se pueden encontrar en la naranja o su jugo, por ejemplo. Esta es una de las razones por las que nos gusta hablar de diversidad de alimentos, por lo que podemos aprovechar los beneficios de todos estos diferentes compuestos fitoquímicos.
Muchas personas se han emocionado al escuchar que puede haber beneficios para la salud en el chocolate oscuro ¿Es cierto?
El chocolate negro, y, en particular, el polvo de cacao, a partir del cual se hace el chocolate oscuro, es rico en flavonoides. Cualquier producto que provenga de los alimentos vegetales que tengan un alto contenido en flavonoides, será alto en lo que sea el producto final. Sabemos por los estudios de control aleatorios, así como de grandes estudios observacionales, que una cantidad razonable de chocolate negro puede, de hecho, proporcionar un beneficio funcional en términos de mejorar la salud vascular.
¿Qué es lo que pueden hacer los consumidores para incorporar estos alimentos a su dieta?
Es realmente un desafío debido a que el etiquetado que actualmente utilizamos, no identifica determinados ingredientes bio-activos, pero se pueden buscar, si es que hay fuentes. ¿La mezcla de productos, la bebida o la barra que vas a comprar contiene arándanos? Eso hace pensar que tiene algunas de esas sustancias bio-activas. Se vuelve obligatorio que los consumidores se eduquen un poco a sí mismos. Si estás buscando promover la salud de los ojos o reducir el riesgo de degeneración macular relacionada con la edad, entonces necesitas saber que la luteína y la zeaxantina, que son carotenoides, son muy poderosos en este beneficio funcional. Pero no vas a encontrar alimentos etiquetados con luteína y zeaxantina.
¿Cuál es el futuro de los alimentos funcionales?
Creo que el futuro de los alimentos funcionales es muy brillante. Cuanto más aprendemos sobre la ciencia de la nutrición, acerca de cómo los componentes de nuestra dieta y en nuestros patrones dietéticos promueven la salud y la función fisiológica o reducen nuestro riesgo de enfermedades crónicas comunes, veremos que más y más alimentos funcionales se están formulando y más directrices dietéticas basadas en la funcionalidad de los alimentos. Como ya sabemos ahora que la nutrición y la genética se cruzan, vamos a ver que a las personas se les dan consejos alimenticios de acuerdo a sus genes, para alimentar sus genes de manera correcta. No creo que falte mucho tiempo antes de encontrar impresoras 3D en nuestras cocinas que formularán el alimento perfecto para ti.