Importantes Descubrimientos sobre Salud y Mucha Información Nueva, que se antoja conocer

Por Megan Meyer, PhD | 1 de agosto del 2018
Última Actualización 1 de agosto del 2018

Los correos electrónicos llegaron a las bandejas de entrada de los miembros de 23andMe a principios de este año. Mientras que sus clientes se habían acostumbrado a las actualizaciones periódicas sobre sus indicadores de riesgo de salud y características genéticas, este correo electrónico en particular era diferente del resto: “Estamos entusiasmados de ofrecerte la oportunidad de unirte a nuestro primer estudio de intervención de pérdida de peso”. decía.

Esta empresa “masiva” de 23andMe cosechó titulares en todo el mundo. Su plan era reclutar a 100,000 miembros que habían accedido a participar en la investigación y dividirlos durante 12 semanas en una de tres dietas: una que reduce los carbohidratos, una que aumenta la fibra y reduce el consumo de grasa animal y otra que mantiene una dieta normal, pero con ejercicio.

“Nuestro equipo de investigación espera que, a partir de los datos recopilados de este estudio de intervención, podamos aprender si hay razones genéticas, de estilo de vida u otras razones por las cuales algunas personas pierden peso o responden mejor a ciertas intervenciones de pérdida de peso, independientemente de la dieta o plan de ejercicios que sigan”, nos dijo Liana Del Gobbo, PhD, científico principal de 23andMe, en una entrevista por correo electrónico.

Fundada en 2006, la compañía de Mountain View, California, es pionera en el campo de “escupe en un tubo, mándalo de regreso y te diremos cosas maravillosas sobre tu genoma y ascendencia”. Y de hecho hay muchas cosas interesantes por descubrir cuando das un paseo en espiral por tu doble hélice, como el estado de portador de enfermedades genéticas, riesgos para la salud y otros rasgos, así como información de ascendencia.

Uno de los campos de investigación más intrigantes es la nutrigenómica, también conocida como nutrición personalizada. Investigaciones anteriores han analizado las relaciones entre la genética y la salud. Un ejemplo notable fue un estudio de 2015 de 800 personas del Instituto de Ciencia Weizmann en Israel que ayudó a los investigadores a desarrollar un algoritmo que dicen que puede predecir cambios en los niveles de azúcar en la sangre después de las comidas, que más tarde autorizó a una empresa llamada DayTwo que creara planes de nutrición personalizados.

“Este es un ejemplo de convertir investigaciones históricas que vinculan la nutrición, las condiciones de salud, en este caso, la respuesta glucémica, el microbioma y el aprendizaje automático en aplicaciones prácticas”, dijo Ali Webster, PhD, RD, directora asociada de comunicaciones de nutrición de la Fundación IFIC.

Pero, investigaciones como el estudio de pérdida de peso de 23andMe pueden fundamentarse en bases de datos que son órdenes de magnitud superiores a 800 sujetos, manteniendo abierta la posibilidad de obtener resultados más relevantes, detallados y útiles.

“Con base en los datos que recopilamos y analizamos del estudio de intervención, nos gustaría comprender mejor las características genéticas, demográficas, psicosociales y conductuales que predicen el éxito de la pérdida de peso en general y en diferentes intervenciones de estilo de vida”, dijo Del Gobbo.

“También esperamos demostrar que nuestra plataforma pueda llevar a cabo ensayos clínicos a gran escala, del tipo que normalmente realizan las universidades de investigación o las compañías farmacéuticas”.

El concepto de grandes bases de datos corporativas o gubernamentales a las cuales entregamos voluntariamente las llaves de nuestros reinos genéticos ha dado lugar, comprensiblemente, a debates sobre cuestiones como la privacidad y la ética. Pero a medida que la tecnología y las medidas de seguridad maduran, su potencial para el bien común, especialmente la salud pública, se enfoca cada vez más, con argumentos crecientes sobre cómo los beneficios superan los posibles inconvenientes.

Aun así, los expertos dicen que debemos moderar nuestras expectativas. Ninguna base de datos en el mundo puede sustituir a los patrones de alimentación probados y verdaderos: Dietas ricas en frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras, junto con una ingestión controlada de calorías totales. El consenso es que hay muchas más preguntas que hacer y nos encontramos en la pronunciada y desalentadora curva final de aprendizaje.

“El principal inconveniente es este: todavía hay una gran brecha entre lo que sabemos sobre la relación entre nuestros patrones de alimentación y nuestros genes y viceversa y la interacción con nuestros comportamientos y entornos”, dijo Webster. “Sacar conclusiones demasiado rápido es peligroso y es probable que sea incorrecto”.

Para científicos como Webster, los planes de nutrición personalizados basados ​​en la evidencia son el Santo Grial de la nutrigenómica. Ya se encuentran diversos servicios de nutrición personalizados directos al consumidor en el mercado, pero la ciencia no es lo suficientemente concluyente como para que muchos profesionales de la salud recomienden cualquiera de ellos en particular. En cambio, recomiendan que los consumidores procedan cuidadosa y escépticamente.

Sin embargo, si decides inscribirte en uno de esos programas, lee la letra pequeña de los avisos legales o las declaraciones de que sus recomendaciones nutricionales carecen de evidencia definitiva. Platica con tu proveedor de atención médica o con un dietista registrado para ver si una de estas pruebas genéticas podría encajar en tu plan de atención médica.

El día en que nuestras dietas estén perfectamente adaptadas a nuestros propios genomas, ya se encuentra a la vuelta de la esquina. Hasta entonces, el mejor consejo que podrías tener en cuenta, más allá de un patrón alimentario básico y saludable, es sé un consumidor precavido.