Los granos han sido el “alimento de la vida” durante miles de años, y son fuente de alimentación vital para los seres humanos. Hasta el siglo pasado, los granos se comían habitualmente como granos enteros o integrales. Los avances en la molienda y el procesamiento de granos permitieron la separación a gran escala y la remoción del salvado y del germen, lo que dio como resultado una harina refinada sólo compuesta por el endoesperma.