Por Allison Webster, PhD, RD | 16 de enero del 2018
Última actualización 16 de enero del 2018
Bienvenidos al 2018, – una época en la que podemos seleccionar manualmente todo, desde los ingredientes de nuestra ensalada rápida informal hasta los patrones que obtenemos en nuestro Club del Calcetín del Mes, todo desde la comodidad de nuestros hogares y oficinas. Con la personalización como de un rey, la demanda de un enfoque más personal para la salud se está fortaleciendo. Paralelamente, la comunidad científica se ha vuelto cada vez más consciente de que “saludable” no significa lo mismo para todos (y es bastante difícil de definir).
En un mundo donde podemos darle calificación de 8 a las pruebas directas al consumidor de nuestros ancestros y los riesgos para la salud, parece lógico que, a partir de esa información, podamos diseñar dietas adaptadas a nuestra genética, hábitos de ejercicio y estilos de vida. Pero, ¿qué sabemos realmente sobre el campo de la nutrición personalizada? Echemos un vistazo a esta área de investigación en rápida evolución, aunque todavía incierta.
¿Por qué una nutrición personalizada?
Durante décadas, las recomendaciones de nutrición siguieron una plantilla única para todos. Comer al menos cinco porciones de frutas y verduras al día y lograr que la mitad de los granos diarios recomendados sean granos enteros, ha sido la guía central para mejorar los patrones de alimentación de grandes grupos de personas. A pesar de su importancia para la salud pública, muchas personas que luchan con su salud, pueden sentir que las sugerencias genéricas para mejorar su condición no son muy útiles y nuestro estudio de mercado, muestra que la confusión sobre la elección de alimentos y la nutrición es muy común. Quitar parte del juego de adivinanzas de lo que significa una “dieta saludable” es una perspectiva atractiva.
¿Qué es exactamente la nutrición personalizada?
Un enfoque nutrimental personalizado se basa en la idea de que, al personalizar el asesoramiento de nutrición, podemos estar más motivados para realizar cambios en la dieta para mejorar nuestra salud y reducir el riesgo de afecciones como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades del corazón. La nutrición personalizada está en el corazón de lo que los dietistas registrados han estado haciendo desde la llegada de la profesión: brindando consejos nutrimentales a medida que se ajustan a las necesidades físicas, clínicas y emocionales de los pacientes.
Pero recientemente, las cosas se han vuelto mucho más específicas. Ahora, la nutrición personalizada implica un enfoque más profundo, evaluando la genética de una persona, los hábitos alimenticios, la actividad física, los comportamientos del sueño, el microbioma e incluso el metaboloma, que es un término que describe las pequeñas moléculas producidas por nuestro cuerpo que pueden tener efectos en la forma en que funcionamos.
A medida que hablamos, ya se encuentra en marcha una investigación interesante sobre la comprensión de la relación entre los alimentos, los genes y el estilo de vida y estamos viendo resultados interesantes. En un estudio, los investigadores monitorearon el azúcar en la sangre, las dietas, el microbioma y otros rasgos de más de 800 personas, lo que les permitió construir un algoritmo para predecir cómo los niveles de azúcar en la sangre de una persona aumentarían después de comer una comida. Usando esta información, pudieron diseñar planes dietéticos personalizados para controlar el azúcar en la sangre y el algoritmo de la computadora funcionó un poco mejor que el consejo de un dietista (gulp). En Europa, el Proyecto Food4Me y el estudio PREDIMED han demostrado claramente que el asesoramiento dietético individualizado puede ser un elemento clave de la prevención de enfermedades.
Se oye bastante bien. ¿Hay alguna limitación?
El principal inconveniente es este: Todavía hay una gran brecha entre lo que sabemos sobre la relación entre nuestros patrones de alimentación y nuestros genes (y viceversa) y la interacción con nuestros comportamientos y entornos. Las enfermedades como la obesidad y la diabetes son complejas; no podemos simplemente cambiar un interruptor y resolver el problema. Existen múltiples vías genéticas que pueden predisponer a una persona a aumentar de peso o tener problemas para controlar su nivel de azúcar en la sangre. Y esto ni siquiera comienza a considerar los hábitos de estilo de vida de una persona, la composición del microbioma intestinal o el medio ambiente. Hay tanto por hacer antes de que podamos perfeccionar lo que se supone es correcto para cualquier persona.
Otro defecto importante de la nutrición personalizada es la confianza en la comprensión de lo que come una persona, lo cual es importante para determinar cómo responden nuestros cuerpos a los diferentes alimentos y nutrimentos. Supongamos que descubres una variación genética que afecta el metabolismo de las grasas en la dieta y tu médico te recomienda consumir más omega-3 para compensarlo. Posiblemente quieras ponerle atención a la cantidad de salmón o aceite de oliva que estabas comiendo para ver cómo fue que estos alimentos afectaron tu salud.
¿Cuál es el problema? Estudio tras estudio ha demostrado que reportar la ingestión dietética está llena de omisiones e imprecisiones. Después de todo, ¿quién quiere decirle al dietista registrado que en realidad no comiste pescado la semana pasada y que, por cierto, tres (… ¿o fueron cuatro?) margaritas de la hora feliz, fueron esencialmente la cena del martes? Incluso si una persona hace todo lo posible para ser un libro abierto, nuestros métodos para evaluar con precisión la ingestión dietética son notablemente defectuosos. Una vez que encontremos formas de captar mejor lo que estamos comiendo y bebiendo, los profesionales de la salud podrán ofrecer mejores recomendaciones.
A pesar de una clara falta de preparación para la Mejor Época, ya hay varias compañías que pregonan dietas personalizadas basadas en simples pruebas de sangre y saliva. Pero, se sabe poco sobre lo bien que funcionan, si es que funcionan y muchos se basan en información que no tiene fundamentos científicos. Un metaanálisis de 2015 encontró que la evidencia detrás de estas pruebas es mínima y está llena de información conflictiva, y concluyó que “no pueden ser recomendadas actualmente“, lo cual se alinea con la posición de la Academia de Nutrición y Dietética sobre pruebas genómicas nutrimentales directas al consumidor.
Poniendo a la nutrición personalizada en perspectiva
A medida que nuestro conocimiento y habilidad en la nutrición personalizada continúe evolucionando, no nos olvidemos de los principios básicos de un patrón de alimentación saludable: una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras, además de mantener el total de calorías bajo control. Estas recomendaciones pueden no ser tan llamativas, pero han resistido la prueba del tiempo.