Por Alyssa Pike, RD
28 de julio, 2021
Casi en todas partes nos bombardean con mensajes sobre qué comer o, mejor dicho, qué no comer. Quizás hayas escuchado de familiares bien intencionados que debes evitar el azúcar porque es tóxico, o te advirtieron en un programa de entrevistas sobre cómo ciertos ingredientes en los alimentos envasados no son seguros. Quizás tu influencer favorito siga una dieta estricta y te sientas tentado a probarla; o tal vez estás buscando nuevas formas de comer saludablemente y has escuchado que “comer sano” es la mejor manera de hacerlo (p.d. no lo es). Ya sean advertencias sobre azúcar, grasas, carbohidratos, frutas, solanáceas o ingredientes que no podemos pronunciar, parece que hay mucho de qué preocuparse cuando se trata de elegir alimentos.
Dado nuestro entorno social y mediático, tiene sentido que pensemos que ciertos alimentos son buenos y otros son malos. También tiene sentido que queramos hacer todo lo posible para prevenir enfermedades. Si te detienes y piensas, la ansiedad que muchos de nosotros experimentamos con respecto a la comida tiene mucho sentido.
Escuchamos tantas reglas, creencias e ideas sobre la comida por parte de nuestra familia, extraños en Internet o celebridades, puede ser mucho para asimilar: y a menudo lo que hemos escuchado no se basa en la ciencia o en los matices que requiere una alimentación nutritiva. Para algunos, el deseo de estar sano, junto con creencias alimentarias desordenadas y otros desafíos de la vida, puede llevar a una obsesión malsana por comer sano.
¿Qué es la Ortorexia?
Según la Asociación Nacional de Trastornos de la Alimentación, la ortorexia nerviosa es una obsesión por una alimentación adecuada o saludable. Las personas que luchan contra la ortorexia pueden experimentar una obsesión por la alimentación pura que es tan fuerte que daña su estado físico y psicológico. Aún no ha sido clasificado oficialmente como un trastorno alimentario por el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM), sin embargo, la ortorexia es un problema grave que a menudo requiere tratamiento por parte de los profesionales de la salud.
Para una persona que sufre de ortorexia, las comidas son algo que debe controlar en lugar de disfrutar. La ortorexia suele estar impulsada por el deseo de comer sano, que a menudo enmascara preocupaciones que no se pueden resolver con la comida y eclipsa muchas otras áreas de la vida de una persona. Debido a la naturaleza rígida de los patrones de alimentación de una persona que lucha contra la ortorexia, el trastorno puede provocar desnutrición, deficiencias graves de nutrimentos y otras consecuencias potencialmente mortales como anemia, osteoporosis, desequilibrios hormonales y una frecuencia cardíaca anormalmente lenta.
Además, las personas que sufren de ortorexia tienen serios conceptos erróneos sobre la nutrición, algunos de los cuales pueden excluir grupos de alimentos completos o alimentos y nutrimentos específicos, por ejemplo, granos, grasas o lácteos de su dieta porque han llegado a la conclusión de que no son saludables y / o dañinos.
El deseo de comer de manera más saludable y prevenir enfermedades no es intrínsecamente patológico; sin embargo, se vuelve peligroso cuando este deseo se convierte en una visión y una relación con los alimentos muy poco saludables que afectan a muchas otras partes de la vida.
¿Cómo saber si tu deseo de comer sano ha ido demasiado lejos?
La Asociación Nacional de Trastornos de la Alimentación (NEDA, por sus siglas en inglés) establece los siguientes como signos y síntomas de advertencia de la ortorexia:
- Comprobación compulsiva de listas de ingredientes y etiquetas nutrimentales.
- Un aumento de la preocupación por la salud de los ingredientes.
- Eliminar un número cada vez mayor de grupos de alimentos (es decir, todo el azúcar, todos los carbohidratos, todos los lácteos, toda la carne, todos los productos animales).
- Incapacidad para comer algo que no sea un grupo reducido de alimentos que se consideran saludables o “puros”.
- Interés inusual en la salud de lo que comen los demás.
- Pasar horas al día pensando en qué comida se podría servir en los próximos eventos.
- Mostrar altos niveles de angustia cuando no se dispone de alimentos “seguros” o saludables.
- Seguimiento obsesivo de blogs de comida y estilo de vida saludable en Twitter e Instagram.
- Problemas de imagen corporal que pueden estar presentes o no.
Si bien se desconoce la prevalencia de la ortorexia, el tema es cada vez más el foco de los artículos publicados en la literatura revisada por pares. Este aumento parece coincidir con la creciente fascinación de la sociedad por la “alimentación sana” (citada como una de las principales dietas desde 2019 en la Encuesta sobre alimentos y salud de IFIC 2021) y la delgadez, sin embargo, hay muchos factores que influyen en el desarrollo de un patrón de alimentación desordenado o desorden alimenticio. La genética, el género, el medio ambiente, el estrés y el trauma pueden contribuir al desarrollo de la ortorexia u otro tipo de trastorno alimentario.
Tratamiento
Actualmente no existe un tratamiento clínico para la ortorexia, pero quienes luchan con esta afección a menudo trabajan con un equipo multidisciplinario, que incluye, entre otros, un terapeuta, un dietista registrado y un médico. Desde el punto de vista de la nutrición, los objetivos son deconstruir las creencias alimentarias falsas, incluida la redefinición de lo “saludable”, disminuir la creencia en la mentalidad de la comida mágica (es decir, que ciertos alimentos pueden resolver y / o salvarnos de enfermedades) y aumentar la exposición a todo tipo de alimentos. Cuando sea apropiado, la recuperación del peso también es parte del tratamiento.
La ortorexia es un recordatorio importante de que la información que consumimos importa, y la nutrición tiene muchos más matices que lo que se resume en los medios. Recuerda, no existe una dieta perfecta, y la comida es solo una parte de lo que contribuye a nuestro bienestar.
Para obtener más información sobre la ortorexia, visita los sitios web de la Asociación Nacional de Trastornos de la Alimentación (NEDA) o la Academia de Nutrición y Dietética.
Si crees que podrías estar sufriendo un trastorno alimentario, llama a la línea de ayuda de NEDA al 1-800-931-2237.