Post – 8 de mayo, 2019
Todos los días, las personas interesadas en información sobre alimentos son bombardeadas por las últimas tendencias alimentarias y las dietas de moda extravagantes. Muchas veces, es fácil aceptar declaraciones no verificadas y alejarse (o más precisamente, cerrar la pestaña o continuar el scroll hacia abajo), pero a veces hay una práctica poco convencional que sigue apareciendo en todas partes. La reciente tendencia du jour es beber grandes cantidades de jugo de apio. ¿Cómo un vegetal crujiente, y (ciertamente) un vegetal que se pasa por alto, se convierta en el último y mejor líquido #saludable como carnada en la red para darle click? ¿Y alguna de las afirmaciones de los comentarios están a la altura de la realidad? Veamos.
Antes que nada, ¿jugo de apio?
Sí, has leído bien. Estamos hablando de jugo otra vez. Obtener frutas y verduras en forma potable a veces se ve como una forma rápida y fácil de ingerir vitaminas y minerales al mismo tiempo que se hidrata. El apio es principalmente agua, por lo que es un vegetal muy hidratante, y un tallo proporciona aproximadamente el 15% de nuestras necesidades diarias de vitamina K, además de algunos electrolitos, vitamina A y vitamina C. Un tallo grande también proporciona aproximadamente un gramo de fibra, un nutrimento importante para una óptima digestión, entre otras cosas. Pero el problema con los jugos es que a menudo elimina la fibra, dejando un líquido que proporciona algunas vitaminas y minerales, pero sin la sensación de plenitud que se obtendría al comer una fruta o verdura entera. Piénsalo de esta manera: para la mayoría de las personas, sería casi imposible (o al menos, incómodo) comer una cabeza de apio completa de una vez. En este caso, el jugo de apio trae consigo el líquido de esa cantidad de producto en una botella de 16 onzas.
Pero debe haber algunos beneficios para la salud, ¿verdad?
La verdad, no. Si analizamos la literatura científica, la evidencia de los beneficios para la salud específicos del apio (como un alimento completo, no un compuesto específico derivado del apio) es muy escasa en los ensayos controlados aleatorios, que se consideran el estándar de oro en la investigación. Por lo regular, el apio en forma de tallo, se agrupa con otras verduras en una amplia categoría y parece que simplemente no hay mucho interés en extraer sus efectos de salud específicos e independientes. Los extractos de semillas de apio han demostrado ser algo útiles para propósitos anti-artríticos y antimicrobianos, pero principalmente en estudios con animales. Y la evidencia de los beneficios para la salud del jugo de apio es casi inexistente. Veamos algunos ejemplos:
Inflamación:
Uno de los beneficios más comúnmente reportados de beber jugo de apio es disminuir la inflamación. Y, sin embargo, no hay evidencia que respalde la capacidad del jugo de apio para hacerlo. Otro beneficio comúnmente reportado es el papel del jugo de apio en el apoyo a la digestión, pero nuevamente, no hay evidencia que apoye un efecto beneficioso en ese proceso.
Cáncer
La prevención del cáncer es otra afirmación común sin mérito, por no mencionar una declaración extremadamente peligrosa que se alimenta de la ansiedad de las personas que están o creen que están en riesgo de una afección médica importante. Los estudios muestran que las dietas ricas en frutas y verduras se asocian con un riesgo reducido de ciertos tipos de cáncer, pero no existe una investigación específica sobre el consumo de apio y el riesgo de cáncer. Un flavonoide encontrado en el apio, llamado apigenina, ha mostrado algunos efectos quimiopreventivos en la investigación basada en células. Sin embargo, estos resultados no se han demostrado en ensayos controlados aleatorios humanos.
Pérdida de peso
El apio (estamos hablando de la verdura intacta de tallo completo) puede ser útil para bajar de peso como parte de una dieta saludable en general. Su contenido de fibra ayuda a mantenernos llenos y es un bocadillo crujiente y bajo en calorías. Sin embargo, no hay evidencia que respalde la capacidad del jugo de apio para ayudar a perder peso o proporcionar algún beneficio de salud discernible, por diferentes razones. Primero, está desprovisto de fibra. Y, en segundo lugar, es posible que las calorías líquidas no nos proporcionen las mismas sensaciones de saciedad que los alimentos sólidos, por lo que una persona podría terminar comiendo una o dos horas más tarde para satisfacer su hambre (aunque este concepto todavía se discute en la comunidad nutrimental). Y si has escuchado que el apio es un alimento de “calorías negativas”, bueno … la investigación tampoco está ahí para respaldar esa afirmación.
Hidratación
Hay una afirmación donde el jugo de apio podría redimirse y es en la prevención de la deshidratación. Teniendo en cuenta que una porción de 16 onzas de jugo de apio contiene una cabeza completa de apio, proporciona más agua de la que proporcionaría una porción típica de la verdura intacta. Pero, ¿sabes dónde puede obtener la misma hidratación, de manera más barata y con un sabor menos amargo? Agua común y corriente.
¿Realmente no eres tan fan de esta tendencia, o sí?
En este punto, debe quedar claro que, además de proporcionar hidratación y algunas vitaminas y minerales, hay muy pocos beneficios que conlleva el consumo de este vegetal licuado. La mayoría de las afirmaciones sobre los efectos del jugo de apio en la salud son anecdóticas: se basan en la experiencia de una persona después de beberlo. Esta es una fuente problemática, ya que los beneficios para la salud a menudo son multifacéticos. Si una persona ha tomado la decisión de comenzar a beber jugo de apio, también puede haber hecho otros cambios, como comer mejor en general, ir al gimnasio o comenzar a prestar atención a qué y cómo comen (incluso si es inconsciente). Todos estos cambios diferentes pueden agregarse a mejoras en el bienestar físico y emocional que sin duda son excelentes. Pero los cambios no pueden ni deben atribuirse únicamente al jugo de apio.
Entonces, ¿Qué debo de hacer?
Proponemos algo relativamente simple y nada revolucionario: ¡beber agua y comer más vegetales, sin licuarlos! El agua es una alternativa más fácil y menos costosa al jugo de apio. Agregar frutas y hierbas al agua corriente o beber agua sin calorías, con gas o con sabor puede aliviar el aburrimiento que muchos de nosotros experimentamos al tratar de obtener suficientes líquidos. Incluir el apio como parte de una ensalada o salteado proporcionará más fibra y una experiencia gastronómica más satisfactoria. Y la próxima vez que te sientas tentado por una foto bellamente iluminada de un vaso de jugo verde, ¡piensa dos veces en tu halo de salud!