Por Julia Dugas | Jan 04 2017
Última actualización 19 de enero 2017
En caso de que no escucharas, es esa época del año otra vez. Ya sabes, en la que necesitas perder peso, comer menos, trabajar más y convertirte en un “nuevo tú”.
El Año Nuevo siempre trae innumerables propósitos en torno a la salud y fitness, pero llega con el estrés de mantener objetivos nuevos (y a veces inalcanzables). Según la Encuesta de Alimentación y Salud de la Fundación IFIC 2015, de aquellos que establecieron sus propósitos de Año Nuevo (en su mayoría relacionadas con la salud y el acondicionamiento físico), seis de cada diez, los iban “medio cumpliendo” por ahí de marzo y sólo tres de cada diez, los “cumplían rigurosamente.”
Con los propósitos dieta y el ejercicio, llega la obsesión con el peso corporal. Muchos de nosotros hemos estado utilizando una báscula y una tabla del IMC la mayor parte de nuestras vidas, por lo que, no enfocarse en el peso, puede ser un hábito difícil de romper. Claro, puede que muchos de nosotros todavía queramos el llamado “cuerpo de playa”. Pero establecer objetivos centrados en el peso, a menudo nos deja con más frustración que un sentido de logro. Deja que el 2017 sea el año en que quites ese número que fluctúa del pedestal y te enfoques en la alimentación para maximizar la salud en general, en lugar de estar micro controlando el peso.
Peso ≠ Salud
A pesar de que a veces parecen ser utilizados indistintamente, la salud y el peso no son lo mismo
- Cosas que sabemos sobre una persona basadas en el peso corporal: cuánto pesan, una medida de la fuerza gravitacional de la Tierra sobre ellas. ¡Qué revolucionario! (Bueno, esperemos que no literalmente.)
- Cosas que no sabemos sobre una persona basadas en el peso corporal: presión arterial, colesterol, azúcar en la sangre, salud cardiovascular, masa muscular, si fuman o beben excesivamente, felicidad, porcentaje de grasa corporal, salud mental, cantidad de ejercicio, etc.
¿Podemos estar de acuerdo en que la medición de la salud usando sólo el peso corporal puede ser problemática?
La desventaja del IMC
El Índice de Masa Corporal (IMC) utiliza la altura y el peso de una persona para calcular un valor y los coloca en estas categorías: bajo peso, normal, con sobrepeso u obesidad. Según el CDC, “el IMC puede ser utilizado para proyectar las categorías de peso que pueden conducir a problemas de salud, pero no es un diagnóstico de la gordura corporal o la salud de un individuo.” El IMC es una herramienta de detección para profesionales de la salud, no un indicador de salud.
Sabemos que, con el sobrepeso u obesidad, puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y presión arterial alta. Tener bajo peso puede poner a un individuo en un mayor riesgo de infección debido a un sistema inmunológico débil y puede interferir con la absorción de vitaminas y minerales. Sin embargo … el término “mayor riesgo” es clave aquí. Tener sobrepeso o bajo peso por sí solo, no es indicativo de tener un problema de salud.
Un nuevo propósito
¿Tu propósito fue perder X kilos este año? En su lugar, trate de omitir la culpa a mediados de marzo y elige propósitos que puedas lograr. No es tan tarde para optar por uno de estos propósitos orientados a la salud:
Propósito | Beneficios para la salud | Consejos |
Come más frutas y verduras | Las frutas y verduras contienen una gran cantidad de nutrimentos que tu cuerpo necesita, como potasio, fibra, ácido fólico y vitamina C. | No hay necesidad de cambiar la dieta y estilo de vida para incorporar más frutas y verduras. Si te gusta el yogurt, intenta agregándole fruta. Todas las formas de frutas y verduras (frescas, congeladas, secas o enlatadas) cuentan para tu objetivo diario, así que mantente a la búsqueda de opciones que sean rápidas y fáciles de preparar. |
Haz más ejercicio, pero encuentra una actividad que disfrutes. | El ejercicio regular puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer. La actividad física fortalece los huesos y los músculos y mejora la salud mental. | Para ayudar a lograr que el ejercicio regular se vuelva un hábito, encuentra una actividad que disfrutes para poder seguirla. Si prefieres caminar, entrenar con pesas o hacer yoga, en lugar de correr, no te obligues a ser un corredor. |
Practica la alimentación consciente e intuitiva. | Comer conscientemente, fomenta las comidas sin distracciones para reducir el exceso de alimentación sin sentido. La alimentación intuitiva se enfoca en escuchar las señales naturales del hambre que nos da el cuerpo. | Para comer intuitivamente, come cuando tengas hambre y deja de comer cuando estés satisfecho. Cerciórate antes de comer para asegurarte de que el hambre no se deba a emociones, aburrimiento o algún factor de estrés externo. Come más lentamente y saborea cada bocado.
Para comer conscientemente, aléjate de la tecnología, apaga la televisión y sé consciente de cada bocado. |
Los propósitos de año nuevo pueden ser un gran motivador para hacerle un cambio a la dieta y al estilo de vida, pero recuerda elegir algo a lo que puedas apegarte. Si te sales del camino, no te preocupes. Lo importante es retomarlo cuando puedas y seguir estableciéndote metas, independientemente de la época del año.