DATOS INFORMATIVOS DE LOS ALIMENTOS FUNCIONALES: ANTIOXIDANTES

Marzo del 2006AntecedentesLos alimentos plantados como las frutas, los vegetales y los granos enteros contienen muchos componentes que son beneficiosos para la salud humana. Las investigaciones comprueban que algunos de estos alimentos, como parte de una dieta saludable en general, tienen la capacidad de retrasar la aparición de muchas enfermedades relacionadas con la salud. Estas observaciones han llevado a continuar realizando investigaciones orientadas a identificar componentes bioactivos específicos en los alimentos, como los antioxidantes, que pueden ser responsables de mejorar y mantener la salud.  Los antioxidantes están presentes en los alimentos como vitaminas, minerales, carotenoides y polifenoles, entre otros. Muchos antioxidantes a menudo se identifican en los alimentos por sus colores distintivos —el rojo profundo de las cerezas y de los tomates; el naranja de las zanahorias; el amarillo del maíz, de los mangos y del azafrán; y el azul púrpura de los arándanos, de las moras y de las uvas. Los componentes más conocidos de los alimentos con actividades antioxidantes son las vitaminas A, C y E; el β-caroteno; el selenio mineral y, últimamente, el licopeno compuesto. Efectos en la SaludLa investigación continúa en aumento relacionada con el conocimiento de que los antioxidantes son componentes saludables de los alimentos. La oxidación, o pérdida de un electrón, a veces puede producir sustancias reactivas conocidas como radicales libres que pueden provocar estrés oxidativo o daño celular. Los antioxidantes, por su propia naturaleza, son capaces de estabilizar los radicales libres antes de que reaccionen y causen daño, casi de la misma manera que una solución búfer estabiliza un ácido para mantener un pH normal. Ya que la oxidación es un proceso que ocurre naturalmente dentro del cuerpo, debe existir un equilibrio con antioxidantes para mantener la salud.  Investigación Si bien el cuerpo tiene sus defensas contra el estrés oxidativo, se cree que estas defensas son menos efectivas con el envejecimiento en la medida que el estrés oxidativo aumenta.1 Las investigaciones sugieren que hay una participación de los radicales libres resultantes en varias enfermedades degenerativas asociadas con el envejecimiento, como el cáncer, la enfermedad cardiovascular, el deterioro cognitivo, la enfermedad de Alzheimer, la disfunción inmune, las cataratas y la degeneración macular.2-9  Ciertas condiciones, como las enfermedades crónicas y el envejecimiento, pueden inclinar la balanza a favor de la formación de radicales libres, lo que puede contribuir a producir efectos nocivos para la salud.Se cree que el consumo de antioxidantes da protección contra el daño oxidativo y aporta beneficios positivos para la salud. Por ejemplo, los carotenoides luteína y zeaxantina tienen actividades antioxidantes que, según se ha demostrado, aumentan la densidad del pigmento macular en el ojo. Todavía no se ha determinado si esto evita o revierte la progresión de la degeneración macular.10 Una cantidad cada vez mayor de evidencia sugiere efectos beneficiosos de los antioxidantes presentes en las uvas, en el coco, en los arándanos y en el té sobre la salud cardiovascular, la enfermedad de Alzheimer, e incluso la reducción del riesgo de algunos tipos de cáncer.11-15Hasta hace poco, parecía que los antioxidantes eran casi una panacea para lograr un buen estado de salud permanente. Sólo a través de nuevas investigaciones que han demostrado los mecanismos de la acción antioxidante una historia mucho más compleja se continúa desentrañando. Si bien a través de investigaciones recientes se ha intentado establecer una relación de causalidad entre los indicadores de estrés oxidativo y la enfermedad crónica, todavía no se ha validado ninguna de estas investigaciones. Una nueva área de investigación, liderada por el estudio del genoma humano, sugiere que la interacción entre la genética humana y la dieta pueden tener una función en el desarrollo de las enfermedades crónicas. Esta ciencia, si bien todavía está en sus comienzos, busca permitir comprender cómo los nutrientes dietarios comunes, como los antioxidantes, pueden afectar la salud a través de interacciones entre genes y nutrientes.16Todavía sigue faltando evidencia experimental directa con ensayos aleatorios que compruebe que los antioxidantes son beneficiosos para la salud, lo que ha llevado a dar diferentes recomendaciones a distintas poblaciones. Por ejemplo, se ha identificado el uso del suplemento de β-caroteno como factor que contribuye a un mayor riesgo de cáncer de pulmón en fumadores.17 Sin embargo, como el riesgo no ha sido indicado en no fumadores, estos estudios sugieren que no se garantiza una precaución respecto del uso del suplemento de β-caroteno en no fumadores. Si se desea consumir un suplemento, se ha recomendado al público en general el uso diario de un suplemento de multivitaminas y minerales como el mejor consejo que se puede dar por el momento.18Un estudio reciente de la literatura actual sugiere que las frutas y los vegetales combinados tienen efectos sinergísticos sobre las actividades antioxidantes que permiten una mayor reducción del riesgo de enfermedades crónicas, específicamente del cáncer y de la enfermedad cardiaca.19 Durante algún tiempo, las organizaciones de salud han reconocido las funciones beneficiosas que las frutas y los vegetales tienen en la reducción del riesgo de contraer enfermedades y han desarrollado programas de comunicación para alentar a los consumidores a comer más frutas y vegetales ricos en antioxidantes. La Asociación Cardiológica Estadounidense recomienda a los adultos sanos: “Comer una variedad de frutas y vegetales. Elegir 5 o más porciones por día”.20 La Sociedad Estadounidense del Cáncer recomienda: “Comer 5 o más porciones de frutas y vegetales  cada día”.21 El Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer y el Informe publicado en 1997 por el Instituto Estadounidense para la Investigación del Cáncer “Alimentos, Nutrición y la Prevención del Cáncer: Una Perspectiva Global” establece que: “La Evidencia de la protección dietética contra el cáncer es más sólida y consistente en las dietas con alto contenido de frutas y vegetales”.22 El potencial de las frutas y de los vegetales ricos en antioxidantes para ayudar a mejorar la salud de los estadounidenses llevó al Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute – NCI) a lanzar la campaña: “5 Porciones por Día para una Mejor Salud” para promover el consumo de estos alimentos.23 Dado el elevado grado de consenso científico acerca del consumo de una dieta con alto contenido de frutas y vegetales —particularmente aquellas que contienen fibra dietaria y vitaminas A y C; la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration – FDA) publicó una información de salud de las frutas y vegetales en relación con el cáncer. Los empaques de alimentos que cumplen los criterios de la FDA deben incluir ahora la frase: “Las dietas con bajo contenido de grasas y con alto contenido de frutas y vegetales pueden reducir el riesgo de contraer algunos tipos de cáncer”.24 Además, la FDA, en cooperación con el NCI, publicó un mensaje como guía dietética para los consumidores: “Las dietas ricas en frutas y vegetales pueden reducir el riesgo de contraer algunos tipos de cáncer y otras enfermedades crónicas”.25 Más recientemente, en las Pautas Dietéticas para los Estadounidenses se estableció que: “Mayores ingestiones de frutas, vegetales, granos enteros, y leche y productos lácteos sin grasa o con bajo tenor graso pueden otorgar beneficios importantes a la salud de la mayoría de los estadounidenses”.26Siguen aumentando y surgiendo investigaciones sobre antioxidantes a medida que se descubren nuevos componentes beneficiosos en los alimentos. Reforzado por la investigación actual, el mensaje sigue siendo que los antioxidantes derivados de fuentes alimentarias, incluidas las frutas, los vegetales y los granos enteros, son potencialmente activos en la reducción del riesgo de contraer enfermedades y pueden ser beneficiosos para la salud humana.27