Preguntas y respuestas: Los colorantes alimentarios, provocan hiperactividad?

Preguntas y respuestas: Los colorantes alimentarios, ¿provocan hiperactividad?  3 de junio de 2008Los colorantes alimentarios cumplen diversas funciones en alimentos y bebidas. Sin embargo, pese a su cuidadosa reglamentación por parte de las autoridades federales y a sus antecedentes de uso inocuo, continúa atribuyéndoseles un vínculo con la hiperactividad en los niños. Este documento sirve de guía para las preguntas comunes acerca de los colorantes alimentarios, entre ellas, qué son, cómo y por qué se usan, y cómo se los regula para su uso inocuo en los Estados Unidos. También incluye la revisión de investigaciones científicas recientes que han examinado la posible relación entre los colorantes alimentarios y la hiperactividad.P: ¿Qué es un colorante alimentario?R: Un colorante alimentario, o aditivo colorante, es cualquier tintura, pigmento o sustancia que aporta color cuando se lo agrega o aplica a un alimento, a un medicamento, a un cosmético o al cuerpo humano. Hay dos categorías de colorantes alimentarios que están permitidos por la Administración de Drogas y Alimentos (Food and Drug Administration; FDA, por su sigla en inglés) de los Estados Unidos: los aditivos colorantes certificados y los colorantes que están exentos de certificación.Los aditivos colorantes certificados son producidos por el hombre y son ampliamente utilizados para aportar un color intenso y uniforme. Estos aditivos son menos costosos que sus aditivos alternativos, no generan un sabor desagradable en los productos alimentarios, y se mezclan fácilmente para crear una gama de colores. En la actualidad hay nueve aditivos colorantes certificados que están aprobados por la FDA para uso en los Estados Unidos. Algunos ejemplos de aditivos colorantes certificados son FD&C Azul Nros. 1 y 2; FD&C Rojo Nros. 3 y 40; y FD&C Amarillo Nro. 5. Para ver una lista completa de aditivos colorantes certificados, visite http://www.cfsan.fda.gov/~dms/opa-col2.html.  La segunda categoría, los colorantes que están exentos de certificación, incluye pigmentos que se obtienen de fuentes naturales tales como vegetales, minerales o animales. Pese a que provienen de fuentes naturales, son igualmente aditivos colorantes artificiales y deben cumplir con requisitos reguladores. Estos colorantes son en general más caros que los aditivos colorantes certificados y pueden aportar sabores no deseados a los alimentos. P: ¿Por qué se agregan colorantes a los alimentos?R: Los colorantes se agregan a los alimentos con diversos fines. Uno de los principales motivos es compensar las pérdidas de color que se producen cuando el alimento es expuesto al aire, a la luz, a la humedad y a las variaciones de temperatura. Además, los colorantes alimentarios se utilizan para emparejar las variaciones naturales de color que pueden tener los alimentos. También pueden realzar los colores que están presentes naturalmente en los alimentos. Por último, los aditivos colorantes pueden ser utilizados para dar color a alimentos que, de otra manera, no lo tendrían, para hacerlos más atractivos y apetitosos.P: ¿Qué alimentos son los que más comúnmente contienen colorantes alimentarios?R: Los colorantes alimentarios están presentes en muchos alimentos procesados, entre ellos, bocadillos, dulces, margarina, bebidas gaseosas, queso, mermeladas y jaleas, y postres.P: ¿Cómo puedo darme cuenta de si el alimento que estoy comiendo contiene colorantes?R: El primer lugar en donde buscar si el alimento contiene colorantes es la lista de ingredientes de la etiqueta del producto, que se encuentra en el envase. Los fabricantes de alimentos deben indicar todos los ingredientes que contienen los productos alimentarios. Los ingredientes que se usan en mayor cantidad figuran primeros en la lista, seguidos de los otros ingredientes en orden descendente. Los colorantes alimentarios que están exentos de certificación pueden aparecer en la lista de ingredientes como “colorantes artificiales” sin que se nombre cada color específico. Por el contrario, los aditivos colorantes certificados deben mencionarse individualmente. P: ¿Quién es responsable de la reglamentación del uso de colorantes en los productos alimentarios en los Estados Unidos?R: La FDA es responsable de la reglamentación del uso de todos los colorantes alimentarios en los Estados Unidos para garantizar que los alimentos que contienen estos aditivos sean inocuos para el consumo humano. La FDA también se asegura de que los alimentos que contienen aditivos colorantes estén etiquetados adecuadamente y contengan solo colorantes alimentarios aprobados por la FDA.P: ¿Cómo se aprueban los colorantes alimentarios para ser usados en alimentos?R: Antes de que se permita el uso de un nuevo colorante alimentario en productos alimentarios que se venderán al público, el fabricante debe solicitar su aprobación a la FDA. El fabricante es responsable de aportar pruebas suficientes a la FDA de que el colorante alimentario es inocuo para el uso al que está destinado. Cuando la FDA evalúa un colorante alimentario para su aprobación, entre los detalles clave que son parte de la evaluación de inocuidad se incluyen: una investigación de la composición y las propiedades del colorante, la cantidad de colorante que normalmente se consumiría, los efectos de su consumo sobre la salud a corto y a largo plazo, y otros factores de inocuidad. Después de la evaluación de inocuidad, la FDA establece un nivel de uso para el colorante alimentario que es mucho más bajo que el que se esperaría que tuviera efectos adversos. En otras palabras, incluye un margen de inocuidad integrado. La FDA usa criterios científicos sólidos para avalar su dictamen de que existe “una certeza razonable de que no hay daño para los consumidores” cuando el alimento se consume en el nivel aprobado.Una vez que se aprueba el colorante alimentario, la FDA determina si se necesitan  reglamentaciones adicionales para el mismo, entre ellas, limitaciones a los alimentos en los que se puede utilizar el colorante, qué cantidad del colorante se puede usar, y cómo debe figurar en la etiqueta alimentaria. La FDA continúa el seguimiento de los colorantes alimentarios cuando estos ya están en el mercado mediante el monitoreo del consumo por parte de los estadounidenses de los productos alimentarios que contienen los aditivos colorantes y mediante la realización o evaluación de más investigaciones de inocuidad, si es necesario. Además, las reglamentaciones de las Buenas Prácticas de Fabricación (Good Manufacturing Practices; GMP, por su sigla en inglés) limitan la cantidad de ingredientes alimentarios, incluidos los colorantes, utilizados en los alimentos solo a la cantidad necesaria para lograr el efecto deseado.1P: Los colorantes alimentarios, ¿provocan hiperactividad en los niños?R: La cuestión de si los colorantes alimentarios causan hiperactividad en los niños es algo que ha sido planteado de vez en cuando por un pequeño subgrupo de la comunidad científica. En los últimos treinta años, se han realizado estudios científicos sobre la posible relación entre los colorantes alimentarios y la hiperactividad; sin embargo, estos estudios no han podido demostrar una relación de “causa y efecto”. Además, muchos de estos estudios tenían limitaciones, tales como: poblaciones pequeñas tomadas como muestra; la incapacidad de aislar un solo colorante alimentario y relacionarlo con una conducta en particular; y el hecho de que se basaron en informes anecdóticos y en recuerdos de los participantes del estudio. Hasta la fecha, la mayoría de los expertos científicos concuerdan en que no existe suficiente evidencia para respaldar una relación causal entre el consumo de colorantes alimentarios y un aumento de la hiperactividad, con un consenso general de que se necesitan más investigaciones sobre el tema. P: ¿Qué dicen los estudios científicos pasados y presentes acerca de los colorantes alimentarios y la hiperactividad?R: Los estudios sobre la relación entre los colorantes alimentarios y la hiperactividad en niños se remontan a la década de 1970, cuando el Dr. Benjamin Feingold sugirió que los salicilatos, los saborizantes artificiales y los colorantes alimentarios artificiales eran causas de hiperactividad. Esto se conoció con el nombre de “hipótesis de Feingold”. Tanto para prevenir como para tratar la hiperactividad, el Dr. Feingold recomendaba una dieta libre de estas sustancias.2  El estudio del Dr. Feingold sobre la asociación entre los colorantes alimentarios y la hiperactividad estaba, no obstante, limitado por cuestiones relacionadas con la metodología utilizada: en los estudios no había grupos de control, lo que le impedía deducir una relación causal concluyente entre los colorantes alimentarios y la hiperactividad. Desde la década de 1970, numerosos estudios doble ciego realizados sobre la hipótesis de Feingold no han permitido encontrar ningún beneficio con la eliminación de los ingredientes alimentarios mencionados anteriormente en la prevención o el tratamiento de la hiperactividad más allá del normal efecto placebo. Además, en 1982, un Panel de Desarrollo de Consenso (Consensus Development Panel) de los Institutos Nacionales de la Salud (National Institutes of Health; NIH, por su sigla en inglés) llegó a la conclusión de que no había evidencia científica para sustentar la afirmación de que los colorantes alimentarios causaban hiperactividad. El panel sí halló, sin embargo, que, en algunos niños que padecían trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y una alergia alimentaria confirmada, la reducción o la eliminación de los colorantes alimentarios de sus dietas producía alguna mejora en la conducta. El panel también llegó a la conclusión de que la eliminación de categorías completas de alimentos de las dietas de los niños no debe ser utilizada como tratamiento universal contra la hiperactividad en la infancia, ya que no hay evidencia científica que demuestre qué niños se beneficiarían con esto, y podría llevar a la eliminación innecesaria de nutrientes de la dieta.3  Más recientemente, en diversas revisiones del estudio tampoco se pudo establecer una relación entre los colorantes alimentarios y la hiperactividad. En una revisión realizada en 2007 por Cormier y Elder se expresó: “Hay poca evidencia empírica que respalde la efectividad de la restricción dietaria en el tratamiento de trastornos psiquiátricos en niños, en particular, en el caso del autismo y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)”.4 Otra revisión, conducida por Cruz y Bahna (2006), halló “evidencia limitada” para “el posible papel de los alimentos y aditivos en la causa de trastornos del comportamiento en niños, particularmente TDAH.”5El estudio más reciente que exploró la relación entre los colorantes alimentarios y la hiperactividad fue encargado por la Agencia de Estándares Alimentarios (Food Standards Agency; FSA, por su sigla en inglés) del Reino Unido y publicado en 2007 por investigadores de la Universidad de Southampton en el Reino Unido. Este estudio despertó nuevamente la atención hacia la posible relación entre el consumo de colorantes alimentarios y la hiperactividad en niños (McCann y otros, 2007). Los investigadores hallaron que dos grupos de niños, de tres años de edad y de ocho a nueve años de edad, presentaban un aumento de hiperactividad al consumir dos combinaciones diferentes de colorantes artificiales más un conservante.6Sin embargo, un panel de expertos de la Autoridad Europea de Inocuidad Alimentaria (European Food Safety Authority; EFSA, por su sigla en inglés) evaluó el estudio y determinó que los “efectos observados no se mantenían en los dos grupos etarios ni en las dos combinaciones utilizadas en el estudio”. El panel también llegó a la conclusión de que este estudio no podía ser utilizado como base para modificar los niveles de Ingesta Diaria Admisible (IDA) establecidos en Europa para los colorantes alimentarios en cuestión.7P: La eliminación de los colorantes alimentarios de las dietas de todos los niños, ¿resolverá el problema de la hiperactividad?R: Hay diversos factores que contribuyen a la hiperactividad en los niños, incluida la genética y los hábitos de estilo de vida. Un estudio realizado en 1997 publicado en Journal of the American Academy of Child & Adolescent Psychiatry (Revista de la Academia Estadounidense de Psiquiatría Infantil y Adolescente) halló que “hay una evidencia mínima de eficacia y una extrema dificultad para inducir a los niños y adolescentes a cumplir con dietas restrictivas”.8  Por lo tanto, las modificaciones en la dieta solo deben ser utilizadas en circunstancias extremas. Además, es importante destacar que puede haber una implicancia social en la modificación de la dieta de los niños para eliminar determinados alimentos, ya que no podrán disfrutar los mismos alimentos que consumen sus amigos, lo que podría hacer que se sientan dejados de lado en entornos sociales tales como fiestas de cumpleaños y almuerzos escolares. Además, muchos alimentos que contienen colorantes corresponden a las “calorías discrecionales”, que deben ser limitadas en la dieta, de acuerdo con lo establecido por las Dietary Guidelines for Americans (Guías alimentarias para los estadounidenses) de 2005.9  Sin embargo, algunos alimentos que contienen aditivos colorantes pueden aportar importantes nutrientes (por ejemplo, el queso), y los padres deben tener cautela en la eliminación de alimentos de las dietas de sus hijos sin consultar primero a su pediatra y/o un dietista titulado. Los padres también pueden estimular a sus hijos para que coman más frutas, vegetales y granos enteros, lo que reducirá automáticamente su consumo de colorantes alimentarios y minimizará, así, las preocupaciones que de esto se desprenden.P: ¿Se justifica realizar más estudios sobre la relación entre los colorantes alimentarios y la hiperactividad en los niños?R: Como en la literatura científica no se ha documentado hasta la fecha una clara relación causal entre los colorantes alimentarios y la hiperactividad, y dado que los estudios existentes se contradicen entre sí, los expertos creen que es necesario realizar más investigaciones científicas bien diseñadas y controladas sobre este tema para cerrar el debate. En conclusión, la mayoría de los expertos concuerdan en que los colorantes alimentarios no contribuyen a la hiperactividad en niños. No obstante, quienes deseen evitar el consumo de productos que contengan colorantes alimentarios, ya sea por preferencia o por la sospecha de sensibilidad al alimento, pueden hacerlo simplemente leyendo la etiqueta y evitando esos productos. De la misma manera, los consumidores que no se ven afectados pueden continuar consumiendo alimentos que contengan colorantes alimentarios sin ninguna preocupación en cuanto a su aprobación para uso en alimentos, su inocuidad o el papel que desempeñan en la hiperactividad en los niños. Practicar la moderación asegurará a los consumidores poder continuar disfrutando alimentos que contengan colorantes alimentarios junto con una dieta rica en nutrientes.Referencias:1, 8 Food Ingredients & Colors (Ingredientes y colorantes alimentarios). Fundación del Consejo Internacional de Información Alimentaria (International Food Information Council Foundation) y Administración de Drogas y Alimentos (Food and Drug Administration) de los Estados Unidos. Marzo de 2005. http://www.ific.org/publications/brochures/foodingredandcolorsbroch.cfm  Junio de 2010.  http://www.foodinsight.org/Resources/Detail.aspx?topic=Food_Ingredients_Colors2 Feingold, BF. Behavioral disturbances linked to the ingestion of food additives (Alteraciones del comportamiento relacionadas con la ingestión de aditivos alimentarios). Delaware Medical Journal, 1977, 49: 89-94.3 Panel de Desarrollo de Consenso (Consensus Development Panel). Defined Diets and Childhood Hyperactivity (Dietas definidas e hiperactividad en la infancia). Resumen de la Conferencia de Desarrollo de Consenso de los Institutos Nacionales de la Salud (National Institutes of Health), Volumen 4, Número 3, 1982.4 Cormier, E, Elder, JH. Diet and Child Behavior Problems: Fact or Fiction? (La dieta y los problemas de comportamiento de los niños: ¿Verdad o ficción?) Pediatr Nurs, 2007; 33: 138-43.5 Cruz, NV, Bahna, SL. Do Foods or Additives Cause Behavior Disorders? (Los alimentos o los aditivos, ¿producen trastornos del comportamiento?) Pediatr Ann, 2006; 35: 748-54.6 McCann, D y otros. Food additives and hyperactive behavior in 3-year-old and 8/9-year-old children in the community: a randomised, double-blinded, placebo-controlled trial (Los aditivos alimentarios y el comportamiento hiperactivo en niños de 3 años y de 8/9 años en la comunidad: ensayo randomizado, doble ciego, controlado por placebo). Lancet, 2007; 370: 1560-7.7 Opinión científica del Panel sobre Aditivos Alimentarios, Saborizantes, Aditivos de Procesamiento y Materiales de Contacto con Alimentos (Panel on Food Additives, Flavourings, Processing Aids, and Food Contact Materials \[AFC\]) sobre un pedido de la Comisión sobre los resultados del estudio de McCann y otros (2007) sobre el efecto de algunos colorantes y del benzoato de sodio sobre el comportamiento de los niños. The EFSA Journal (2008) 660, 1-5.9 Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (U.S. Department of Health and Human Services) y Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (U.S. Department of Agriculture). Dietary Guidelines for Americans (Guías alimentarias para los estadounidenses), 2005. Sexta edición, Washington, DC: Oficina de Imprenta del Gobierno de los Estados Unidos (U.S. Government Printing Office), enero de 2005. http://www.health.gov/dietaryguidelines/dga2005/document/default.htm