Por Food Insight
13 de abril, 2021
Es la hora del refrigerio y, después de un largo día, ya quieres relajarte con un poco de queso, galletas saladas y tal vez incluso una copa de vino. A medida que agarras tus artículos favoritos de la despensa, te darás cuenta de que el envoltorio de las galletas está ligeramente abierto. Un bocado como prueba confirma lo que pensaste: las galletas ya están rancias, lo que podría significar algo más que un sabor desagradable. Después de preparar con éxito otro refrigerio apto para la despensa, es posible que hayas encontrado en otro alimento lo que probablemente mantuvo tus galletas saladas agradables y crujientes antes de que se volvieran rancias: un conservador común llamado terc-butilhidroquinona, o TBHQ, por sus siglas en inglés. Lo más probable es que el aire se filtre en la bolsa abierta de las galletas y deje ineficaces las propiedades protectoras del TBHQ. Aunque se usa en muchos productos alimenticios cotidianos, probablemente no hayas oído hablar del TBHQ. Sigue leyendo para obtener más información sobre su función, seguridad e impacto en el cuerpo.
Función del TBHQ en los Alimentos
El TBHQ es un antioxidante común que previene la oxidación de las grasas. La oxidación puede hacer que los alimentos pierdan sabor, cambien de color y pierdan su valor nutrimental. Dado que la oxidación puede hacer que las grasas se vuelvan rancias, el TBHQ también puede ayudar a aumentar la vida útil y reducir la cantidad de desperdicio de alimentos debido al deterioro de los alimentos. A menudo encontrarás TBHQ en alimentos como galletas saladas, grasas y aceites, papas fritas, rosquillas, algunos panes, palomitas de maíz, otros bocadillos, alimentos congelados prefabricados y cenas empaquetadas. La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) clasificó el TBHQ como Generalmente Reconocido como Seguro, o “GRAS”, y aprobó su uso en alimentos en 1972. Esta decisión se tomó cuando los alimentos prefabricados se estaban volviendo cada vez más populares. Hoy en día, muchas personas dependen de los alimentos prefabricados de alguna manera durante el transcurso del día, y los fabricantes de alimentos usan conservadores como TBHQ para evitar que los alimentos se echen a perder mientras se transportan y almacenan en congeladores, refrigeradores y en los estantes de las tiendas y el hogar. Las grasas y aceites almacenados, junto con los alimentos que contienen estos ingredientes, pueden volverse mohosos, rancios o simplemente desagradables con el tiempo, y las propiedades antioxidantes del TBHQ ayudan a preservar esas grasas y aceites al eliminar su contenido de oxígeno.
¿El TBHQ es Seguro?
Si bien hubo algunas preocupaciones en los años 80 y 90 sobre las altas dosis del TBHQ que causaban tumores precancerosos en modelos animales, un Panel de 2004 de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) de 2004 encontró que el TBHQ no es cancerígeno. Como tal, el TBHQ ha sido aprobado por las principales organizaciones reguladoras y sanitarias de todo el mundo, como la EFSA, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) y el Comité Mixto FAO / OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA). Además, como parte de la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos de la FDA, todos los aditivos alimentarios deben someterse a una revisión científica y reglamentaria antes de recibir la aprobación de la FDA. Los científicos utilizan la investigación y las pruebas para determinar la seguridad de los conservadores. Una revisión exhaustiva ayuda a determinar si los aditivos se pueden usar de manera segura en los alimentos, son seguros para el cuerpo humano y tienen implicaciones para la salud. Una vez que la FDA aprueba un conservador, los científicos establecen pautas para 1) la cantidad que se puede incluir de manera segura en los alimentos y 2) la cantidad máxima que las personas deben consumir. La FDA ha determinado que el contenido de TBHQ de un alimento no debe representar más del 0.02 por ciento del contenido total de grasa y aceite de un artículo. Para los consumidores, la ingesta diaria aceptable (IDA) es de 0.7 mg / kg de peso corporal. Este límite se acuerda internacionalmente: la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria confirmó la misma IDA en 2004.
Hay que tener presente la “moderación”
El equilibrio y la moderación son importantes al consumir alimentos con TBHQ. Este conservador ciertamente tiene sus ventajas: ayuda a evitar que los alimentos cotidianos se vuelvan añejos, rancios y se echen a perder. El TBHQ también ayuda a que los alimentos duren más en los estantes de las tiendas, lo que aumenta nuestro acceso a opciones de alimentos rápidos y asequibles e incluso ayuda a reducir el desperdicio de alimentos. También es importante dar prioridad a los alimentos integrales ricos en nutrimentos como frutas y verduras, proteínas magras, grasas insaturadas y cereales integrales, y considerar la cantidad de alimentos procesados que se consumen. Nuevamente, según la FDA, es seguro consumir hasta 0.7 mg / kg de peso corporal de TBHQ por día, pero puede ser difícil determinar la cantidad exacta de TBHQ que se está consumiendo, especialmente cuando las etiquetas de los alimentos no detallan la cantidad de TBHQ en sus productos.
Este artículo fue escrito por Casey Terrell, MPH, RD.
Referencias
What You Should Know About Approved Food Additives, IFIC, 2020.
“Food Additives Permitted for Direct Addition to Food for Human Consumption,” U.S. Food and Drug Administration, 2020.
“Generally Recognized as Safe (GRAS),” U.S. Food and Drug Administration, 2019.
“Overview of Food Ingredients, Additives & Colors,” U.S. Food and Drug Administration, 2018.
“Safety Evaluation of Certain Food Additives and Contaminants,” World Health Organization, 1998.
“2020–2025 Dietary Guidelines for Americans,” U.S. Department of Agriculture, 2020.