Por Food Insight
23 de marzo, 2022
No debería sorprendernos que las mujeres le hayan dado forma a la ciencia de los alimentos durante siglos. Desde el empaque de productos alimenticios hasta el manejo de animales y la genética de las plantas, las mujeres han participado en muchas innovaciones que han ayudado a hacer que el sistema alimentario actual sea amplio, seguro y saludable. Marzo es el Mes de la Historia de la Mujer, y este año destacamos a dos mujeres espectaculares en la ciencia de los alimentos: una que revolucionó la seguridad de los alimentos congelados y otra que aprovechó la ciencia de las plantas para impactar la salud de millones.
Dra. Mary Engle Pennington
A veces conocida como la “mujer de hielo”, la Dra. Mary Engle Pennington desempeñó un papel fundamental en la seguridad de los alimentos refrigerados y congelados a principios del siglo XX. Nacida en 1872, la Universidad de Pensilvania le negó a la Dra. Pennington una licenciatura en 1892 debido a su género. Sin embargo, persistió y recibió un certificado de competencia en química y luego continuó sus estudios para obtener su doctorado en química en la universidad en 1895.
Tras la aprobación de la Ley de Alimentos y Medicamentos Puros de 1906, la Dra. Pennington se convirtió en la primera mujer jefa de laboratorio de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), al frente del Laboratorio de Investigación de Alimentos de la Oficina de Química. Durante su tiempo en la FDA, Pennington revolucionó el almacenamiento de alimentos en frío al descubrir que los alimentos frescos que se mantienen constantemente a baja temperatura duran más que aquellos que pasan por múltiples fluctuaciones de temperatura. Este hallazgo fue particularmente importante para el transporte de productos alimenticios como queso, leche y huevos; si estos alimentos se mantuvieran a una temperatura constante desde el lugar de origen hasta su destino final, sus niveles de bacterias se mantendrían bajos y era menos probable que se echaran a perder. El descubrimiento de Pennington condujo al desarrollo del transporte refrigerado como un medio para mantener bajas temperaturas en largas distancias, así como a una actualización de la refrigeración doméstica, que comenzó a utilizar una tecnología similar a la de las camionetas de refrigeración. El transporte con temperatura controlada es un factor importante para mantener las temperaturas de congelación durante largos períodos de tiempo, lo que garantiza que los alimentos congelados no se echen a perder cuando se trasladan de costa a costa.
Gracias a la investigación de la Dra. Pennington con la FDA y más allá, nuestros alimentos frescos ahora pueden durar mucho más. Uno de los mejores consejos para el manejo de alimentos es mantener los alimentos a una temperatura segura, en particular para artículos como carne, lácteos, huevos y frutas y verduras cortadas, que deben almacenarse a menos de 40 ° Fahrenheit o congelarse. Los alimentos que se pueden congelar pueden durar mucho más que los alimentos frescos o refrigerados, y pueden ser igual de nutritivos.
Dra. María Andrade
Más de 100 años después, la Dra. María Andrade se hizo un nombre en el mundo de la ciencia de los alimentos y las plantas con su investigación y desarrollo de nueve cultivos tolerantes a la sequía. La Dra. Andrade creció en las islas de Cabo Verde frente a la costa de África occidental y estudió genética vegetal y fitomejoramiento en los Estados Unidos. Al interesarse más en la biofortificación y aprender sobre las deficiencias de nutrimentos y la inseguridad alimentaria en el continente africano, la Dra. Andrade regresó a África para investigar nuevos cultivos. Junto con el Dr. Robert Mwanga y el Dr. Jan Low, ganó el Premio Mundial de la Alimentación en el 2016 por su trabajo sobre la batata de pulpa anaranjada. Los beneficios de esta variedad de batata son dobles: puede crecer con agua limitada (ideal para el ambiente cálido y árido del África subsahariana) y está biofortificada con vitamina A, que ha ayudado a reducir la deficiencia de vitamina A en la misma región. El trabajo de la Dra. Andrade vincula la agricultura, la bioingeniería y la nutrición, lo que impacta el sistema alimentario mundial de múltiples maneras. Particularmente para los niños con deficiencia de vitamina A, que puede conducir a la ceguera nocturna, así como a la ceguera total e incluso a la mortalidad potencial, el trabajo de la Dra. Andrade ha marcado una diferencia revolucionaria.
En términos más generales, los cultivos tolerantes a la sequía pueden alimentar a más personas y usar menos recursos, lo que es especialmente útil en áreas propensas a la sequía como el África subsahariana y el sur de California. En particular, el maíz tolerante a la sequía prospera en los Estados Unidos durante las estaciones secas. Los cultivos que pueden sobrevivir con menos agua que sus contrapartes tradicionales son particularmente importantes ya que el cambio climático hace que las sequías sean más largas y frecuentes. La investigación de la Dra. Andrade sobre cultivos tolerantes a la sequía, junto con la investigación continua en esta área, es esencial para mantener el suministro de alimentos en todo el mundo y ayudar a reducir las deficiencias de nutrimentos.
¡Un gran aplauso para las científicas en la industria de los alimentos!
Sin duda, las mujeres científicas han mejorado nuestro sistema alimentario, y los logros de la Dra. Pennington y la Dra. Andrade son solo algunos puntos destacados en una larga historia de mujeres innovadoras que han mejorado la seguridad alimentaria, maximizado la salud y el bienestar en todo el mundo y han apoyado la sostenibilidad ambiental. Este Mes de la Historia de la Mujer, estamos agradecidos por las mujeres científicas en los alimentos que han trabajado para promover sistemas alimentarios más saludables, más fuertes y seguros para todos nosotros.
Este artículo fue escrito por Courtney Schupp, MPH, RD.