Cuatro conceptos básicos de seguridad alimentaria que podrían salvar vidas

Verduras de hoja verde, carnes magras, frutas frescas… todas son parte de una dieta saludable. Pero incluso estos alimentos nutritivos pueden tener un pequeño y sucio secreto: las bacterias dañinas.

Las prácticas de manipulación segura de alimentos son un componente importante de un estilo de vida saludable, pero que muchas veces son ignoradas. Después de todo, la comida no puede ser nutritiva si no es segura para comer; así que siempre será buen momento para hablar de las medidas para mantener a tu familia libre de enfermedades de origen alimentario.

Los fundamentos de la manipulación segura de alimentos se pueden resumir en cuatro palabras: limpiar, separar, cocinar y enfriar. Pero recordarlas como si fuera un mantra no es suficiente, tienes que ponerlas en práctica. Hemos reunido algunos trucos rápidos de seguridad alimentaria, para que empieces:

Limpia

La seguridad de los alimentos está literalmente en tus manos. Muchas personas no se toman el tiempo para lavarse bien las manos antes de preparar los alimentos. Asegúrate de lavarlas bien con agua tibia y jabón durante 20 segundos.

Una manera divertida y fácil de recordar para asegurarte de que lavaste bien tus manos, por tiempo suficiente, es cantar “feliz cumpleaños” (para ti mismo, por favor) durante dos lavadas.

Separa

Las tablas de cortar son lugares notorios para la transferencia de bacterias. Por ejemplo, si se corta el pollo crudo y luego picas productos frescos en la misma tabla sin lavarla primero, estás transfiriendo gérmenes directamente desde el pollo a las verduras frescas. Una forma sencilla de evitar este problema es mantener dos tablas de cortar claramente marcadas: una para la carne y la otra para verduras.

Cocina

Cuando el termómetro para alimentos no está a la vista, no lo tienes en cuenta. No se puede saber cuando la carne o el pollo estén bien cocidos con sólo verlos.

Sólo un termómetro para alimentos puede asegurarse de que la carne o el ave han alcanzado una temperatura interna segura. Así que no dejes que tu termómetro para alimentos se convierta en otra reliquia oxidada en el fondo del cajón de la cocina. Guárdalo en un lugar a la vista al lado del horno o con los utensilios para asar.

Enfría

Una parte importante de la etapa del “enfriamiento”, también es saber cuándo tirarlos. Seguramente recuerdas almacenar los alimentos perecederos bajo 40°F (4ºC), pero hay diferentes tipos de sobras que se pueden mantener “buenas” durante tiempos diferentes. Además, no se puede saber si un alimento está “bueno” sólo por cómo se ve o huele (recuerda: la “prueba de olfato” no aplica a la pizza de una semana). Lleva un registro de almacenamiento en el refri, para saber cuándo tirar las sobras.

Estos consejos solamente son una probadita de la (limpia y desinfectada) superficie. Mantente al pendiente de los consejos y trucos sobre seguridad alimentaria que se publicarán en @foodinsight y en www.foodinsight.org todo el mes de septiembre.