Las prácticas agrícolas están en constante desarrollo para encontrar las mejores formas de alimentar a todos en el planeta. Si bien muchas innovaciones se encuentran únicamente en granjas a gran escala, han surgido y se han expandido nuevos métodos de cultivo para llevar la agricultura a las ciudades y otras áreas no rurales.
La idea de la agricultura de ambiente controlado, o CEA, por sus siglas en inglés, no es nueva, pero ha ido creciendo en popularidad. Los invernaderos son el principal ejemplo de la CEA y se han utilizado durante siglos en granjas y, más recientemente, en jardines urbanos. La CEA se basa en el concepto de cultivo en invernadero, mediante el cual la temperatura, la humedad, la iluminación y el clima general se controlan en un área particular para promover el crecimiento óptimo de las plantas. La agricultura vertical es otro ejemplo de CEA y es popular en áreas urbanas debido a la pequeña cantidad de espacio horizontal que requiere. Las prácticas agrícolas como hidroponía, aeroponía y acuaponia se consideran CEA. En cada una de estas prácticas de CEA, el clima se monitorea y controla de cerca, a menudo en un espacio pequeño, para brindar a las plantas los recursos que necesitan para crecer.
Nueva Tecnología para las Granjas Urbanas
La popularidad de la CEA se atribuye en parte a los beneficios ambientales potenciales que puede tener, lo que ha llevado a una mayor inversión económica y tecnología mejorada para expandir este tipo de práctica agrícola. Estas innovaciones se basan en la tecnología de invernaderos relacionada con el control de la temperatura y la humedad, pero también pueden implicar el rediseño de la estructura clásica del invernadero, como en el ejemplo de la agricultura vertical. En muchos casos, los materiales de construcción se seleccionan cuidadosamente para hacer que la estructura sea más eficiente desde el punto de vista energético; esto puede incluir elegir vidrio o plástico en un invernadero que pueda bloquear los rayos ultravioleta (UV) y permitir el control de la iluminación desde el interior del edificio. Algunas estructuras también pueden incluir sensores que se pueden instalar y programar para señalar si las condiciones no son óptimas para las plantas en el interior. Además, a menudo se utilizan páneles solares en entornos áridos para alimentar las estructuras de CEA, lo que aumenta los beneficios ambientales.
Para las estructuras de CEA que utilizan técnicas como la hidroponía, el suelo puede omitirse por completo de la operación. En su lugar, las plantas descansan en una solución rica en nutrimentos a base de agua que contiene todo lo que las plantas necesitan para crecer. Si bien puede parecer que este tipo de solución requeriría una gran cantidad de agua, se puede usar agua reciclada o agua de lluvia capturada para reducir el uso de agua. Este suele ser el caso de la acuaponia, un sistema que cultiva plantas usando agua de acuarios que crían animales acuáticos. La agricultura vertical, la hidroponía y la acuaponia también tienen una menor necesidad de pesticidas, lo que reduce aún más el uso de recursos. Esto puede suceder cuando las condiciones dentro de la estructura de la CEA son óptimas para el crecimiento de las plantas y el ambiente fuera de la CEA no puede interactuar con el ambiente interior.
Cualquier alimento se puede cultivar con CEA
La agricultura vertical comenzó como una forma más eficiente de cultivar verduras de hoja verde, pero los invernaderos se han utilizado para una amplia variedad de frutas, verduras y flores durante siglos. Las verduras de hoja verde han sido un cultivo atractivo para la CEA debido a sus necesidades generalmente altas de agua y una menor necesidad de entornos agrícolas tradicionales. Cuando se cultivan en sus climas al aire libre cálidos y secos tradicionales, la producción de verduras de hojas verdes puede agotar fácilmente el agua. Sin embargo, con la CEA, se puede usar agua reciclada de acuaponia o agua de lluvia capturada, lo que reduce significativamente el uso de agua. Si bien las verduras pueden haber iniciado la revolución, cualquier cultivo puede cultivarse utilizando técnicas de CEA, si el entorno es óptimo para la planta objetivo. Algunos de estos métodos de cultivo pueden incluso tener impactos positivos en la calidad de los nutrimentos de ciertos cultivos. Sin embargo, la escalabilidad sigue siendo un factor inminente para el cultivo de todas las frutas y verduras en estos entornos.
Haciendo que la CEA Sea Accesible y Sostenible
Muchos consumidores consideran que la sostenibilidad ambiental es una alta prioridad al elegir alimentos. Una gran ventaja de las prácticas de la CEA es el impacto ambiental positivo debido a la mayor dependencia de los sistemas alimentarios locales y regionales, y una menor necesidad de transporte a través del país para productos frescos. Además, la CEA utiliza menos recursos; recursos como el agua, el suelo, los pesticidas y el uso general de la tierra. A pesar de estas ventajas ambientales, la agricultura vertical y otros métodos de CEA han sido criticados por sus altos costos iniciales y gastos adicionales de mantenimiento. Sin embargo, con el creciente interés en la agricultura respetuosa con el medio ambiente, se pueden construir algunas estructuras con el propósito de la agricultura comunitaria, donde los miembros de la comunidad local pueden contribuir al crecimiento de los cultivos sin gastos adicionales. La agricultura urbana en general ha demostrado ser beneficiosa para reducir la inseguridad alimentaria y mejorar el acceso a alimentos nutritivos. Una gran ventaja de la CEA es que los miembros de la comunidad pueden cultivar alimentos durante todo el año en entornos urbanos, lo que hace que las frutas, verduras y legumbres estén listas y accesibles en cualquier momento del año.
En general, la CEA puede tener un impacto poderoso en las comunidades locales y el medio ambiente. Utilizando tecnología nueva e innovadora, la CEA brinda a más personas la capacidad de cultivar casi cualquier fruta o verdura en un espacio pequeño, con menos recursos. Esto tiene un gran potencial para impactar positivamente en la salud humana y del planeta.
Este artículo fue escrito por Courtney Schupp, MPH, RD.