Por Tamika Sims, PhD | 20 de marzo del 2018
Última actualización 20 de marzo del 2018
Es probable que cuando pienses en pesticidas, tu primer pensamiento no sea sobre sustentabilidad ambiental. Si bien los agricultores y administradores de cultivos no rocían sus cultivos con químicos pesticidas, las metodologías para reducir la cantidad de residuos químicos que pueden permanecer en los alimentos y en el medio ambiente siguen siendo una preocupación de la industria agrícola.
La industria tiene como objetivo utilizar una variedad de técnicas para luchar contra las plagas, mantener los cultivos viables y mantener las prácticas de gestión ambiental. Esto es parte de sus programas de Manejo Integrado de Plagas (MIP), una combinación de técnicas empleadas por los agricultores para garantizar la productividad segura de los cultivos y la reducción simultánea ambientalmente sustentable de plagas para cultivos convencionales y orgánicos. Es posible que hayas leído nuestro artículo sobre bioplaguicidas, que destacó cómo el medio ambiente se protege de forma natural y cómo se puede utilizar para beneficio de los agricultores. Pero aún hay más información que nos gustaría compartir contigo.
Entonces, ¿de qué están hablando exactamente estas técnicas? Sigue leyendo para aprender más sobre las tácticas ecológicas para proteger nuestros alimentos:
Las Flores e Insectos que los Aman
¿Las rosas son rojas y las violetas pueden matar las plagas? Bueno, más o menos. Durante años, los agricultores han sabido que plantar ciertas flores y plantas puede ayudar a desplegar la alfombra de bienvenida para los insectos “buenos”. Estos insectos son bienvenidos porque comen muchas plagas no deseadas que podrían dañar generaciones de cultivos si no se controlan. Muchos insectos como los escarabajos de tierra, las libélulas, algunas arañas y las catarinas, comen una variedad de plagas perjudiciales como babosas, caracoles, ácaros y áfidos a diario.
Para llevar este conocimiento un paso más allá, los investigadores del Centro para Ecología e Hidrología (CEH) con sede en el Reino Unido, han estado llevando a cabo un estudio con tiras de flores silvestres en el campo que tienen un conjunto de flores aún más variado. Las tiras de flores se plantan para atraer a una comunidad diversa de depredadores e insectos patrísticos. Esta compleja comunidad de insectos se adapta mejor a los sistemas agrícolas modernos. El Dr. Ben Woodcock de CEH señala: “En lugar de simplemente promover depredadores predominantemente terrestres, necesitamos apoyar a aquellos en el dosel o aquellos que se enfocan en las plagas internas que viven en tallos o vainas de semillas”.
El uso de estas tiras en el campo también complementa las técnicas agrícolas de precisión, como el uso del rastreo por GPS, que puede monitorear las ubicaciones de las tiras y los patrones de crecimiento, evitando que se rocíen con pesticidas dañinos.
Si bien estos medios de proteger los cultivos probablemente no eliminarán por completo la necesidad de pesticidas, pueden ayudar a los agricultores a usar menos pesticidas. Esto ahorra recursos y limita los impactos ambientales del uso de pesticidas.
Las Fórmulas Actualizadas de los Pesticidas
Un artículo de revisión reciente ha recopilado información histórica sobre aplicaciones de plaguicidas ampliamente utilizados y observó cuántas formulaciones de pesticidas se han alterado para reducir los efectos tóxicos de las fórmulas convencionales. Estas nuevas formulaciones tienen una base de agua en lugar de una base de solvente orgánico o petróleo. Si bien las bases son ingredientes inactivos para el pesticida, se necesitan para que los ingredientes activos se apliquen de manera efectiva a los cultivos. Por lo tanto, el uso de formulaciones innovadoras para estos productos agrícolas es clave para avanzar en sus atributos ambientales.
El artículo de revisión mencionado anteriormente resume que, con el uso de pesticidas a base de agua, los agricultores pueden “aumentar la bioeficacia de los productos [plaguicidas] incorporando las últimas tecnologías, que incluye la reducción de la cantidad de producto utilizado, mayor cobertura del área superficial aplicada, reducción de pérdidas y tasas de dosis. “Estos avances en las tecnologías de formulación permiten ajustes en las prácticas de agricultura de precisión al mismo tiempo que benefician al medio ambiente, ahorrando recursos en su producción y proporcionando un control efectivo de los cultivos.
Tal vez sea Fácil ser Verde
Los productores de pesticidas están regulados por las directrices federales de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EE.UU., establecidas a través de extensas evaluaciones de riesgos ecológicos. Si bien el uso de plaguicidas es necesario para una producción exitosa de cultivos orgánicos y convencionales, los productores y usuarios de estos productos siguen estando conscientes de los posibles impactos ambientales y actúan en consecuencia para aplicar estos productos de manera segura a los cultivos. Sin embargo, es bueno ver que se están investigando y poniendo en práctica métodos innovadores para reducir aún más los impactos ecológicos: buenos para la Tierra y buenos para nuestros platos de verduras.