Siete Consejos de Seguridad: Cómo Esquivar la Docena Sucia

Muchos de nosotros estamos dándole la bienvenida a la primavera participando en actividades al aire libre, viendo cómo las flores florecen y esperando disfrutar de las frutas y verduras que, debido a un clima más cálido, hay en abundancia. Sin embargo, es posible que también hayas escuchado hablar de la publicación del informe del Grupo de Trabajo Ambiental que alienta a las personas a evitar muchas frutas y verduras. Antes de que comiences a rehacer tu lista de compras, esperamos que te apegues a estos siete puntos importantes que debes recordar sobre el consumo de alimentos saludables y seguros cuando las listas de la Docena Sucia y los Quince Limpios de este año (o de cualquier año) (listas que promueven los productos orgánicos como más seguros y saludables, que los productos convencionales) invaden tus redes sociales.

  1. No hay razón para evitar ningún tipo de producto, ya sea orgánico o no.

Tanto los productos convencionales como los orgánicos presentan una forma saludable y segura de obtener nutrimentos diarios. Ninguno es más seguro o saludable que el otro. Esto se aplica a cualquier producto alimenticio, desde pasas hasta leche y más. Ya sea que escojas frutas y verduras orgánicas o producidas tradicionalmente, lo importante es consumir suficientes porciones de frutas y verduras todos los días y manipular todos los alimentos de manera segura para prevenir enfermedades transmitidas por los alimentos. Recuerda estos cuatro pasos: limpiar, cocinar, separar y enfriar.

  1. Existen varios pasos regulatorios para garantizar que todos los productos alimenticios en nuestra cadena de suministro sean seguros.

El Grupo de Trabajo Ambiental (EWG) sugiere que el proceso de aprobación gubernamental de pesticidas es de alguna manera laxo y poco exigente. Pero la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) en realidad tarda un mínimo de seis años en finalizar la aprobación y la seguridad (para los humanos y el medio ambiente) de los pesticidas recién formulados. Sólo después de este proceso de revisión se puede aprobar y vender un pesticida en los EE. UU. y en el extranjero.

  1. Las autoridades reguladoras estadounidenses inspeccionan y monitorean tanto los productos básicos convencionales como los orgánicos para garantizar la misma seguridad.

Un anuncio del Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA), publicado en diciembre del 2022, que examina los residuos de pesticidas para una variedad de alimentos, señaló que “31 años de datos de residuos del Programa de Datos de Pesticidas (PDP) (disponibles a través de nuestro sitio web) representan una de las mayores fuentes de datos disponibles sobre residuos de pesticidas en alimentos”. El estudio, realizado anualmente, concluyó que más del 99 por ciento de los alimentos tienen niveles de residuos muy por debajo de los niveles de tolerancia de seguridad establecidos por la EPA. La EPA establece estas tolerancias en lo que sabe que son niveles seguros para el consumo humano. Si bien el EWG puede haber encontrado rastros de residuos de pesticidas en los productos agrícolas, esos niveles de residuos no están relacionados con impactos adversos para la salud.

  1. Se pueden encontrar residuos en los alimentos orgánicos y convencionales, pero no hay por qué tenerles miedo.

Tanto los productos orgánicos como los convencionales se cultivan con el uso de pesticidas; sin embargo, los residuos potenciales en cualquier tipo de alimento se encuentran en cantidades mínimas que no están relacionadas con ningún efecto adverso para la salud. El Servicio de Comercialización Agrícola del Departamento de Agricultura de EE. UU. ha emitido informes que confirman que los residuos químicos de pesticidas encontrados en los alimentos se encuentran en niveles inferiores a las tolerancias establecidas por la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. y no representan un problema de seguridad.

Además, para muchas frutas y verduras cultivadas orgánica y convencionalmente, los residuos de pesticidas se han disipado hasta el punto de no existir cuando el alimento llega al consumidor. Pero incluso en los casos en que no han desaparecido, la cantidad de pesticidas en frutas y verduras es tan pequeña que debe medirse en partes por mil millones. Una de las unidades de medida más pequeñas, partes por mil millones (como su nombre indica), es una parte por mil millones de partes. Para dar una perspectiva, esto es el equivalente a una brizna de hierba en un campo de fútbol o un centavo de cada 10 millones de dólares.

  1. Dar un estatus de élite a los productos orgánicos es perjudicial para la salud de las personas.

Las investigaciones han demostrado que los informes inexactos sobre los residuos de pesticidas en frutas y verduras (y la “superioridad” de los productos orgánicos frente a los cultivados convencionalmente) pueden tener un impacto negativo sobre si las personas consumen la cantidad diaria recomendada de frutas y verduras.

A las personas a quienes se les dice que lo orgánico es más saludable y mejor pueden carecer de acceso o de dinero suficiente para comprar productos orgánicos y también otros alimentos orgánicos. Según un estudio dirigido por investigadores del Centro Johns Hopkins para un futuro habitable (CLF) de la Escuela de Salud Pública Bloomberg, los mensajes dietéticos en los que se hace creer a las personas que las frutas y verduras orgánicas son más saludables pueden tener consecuencias nocivas para la salud.

  1. Las principales autoridades sanitarias y muchos dietistas coinciden en que la gente necesita comer más frutas y verduras.

En promedio, los estadounidenses no están ni cerca de lograr estas recomendaciones en primer lugar, y agregar una barrera adicional nos aleja aún más del objetivo: llevar una dieta saludable y equilibrada. El ochenta y siete por ciento de nosotros no come suficientes verduras y el 76 por ciento no come suficientes frutas. La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP), así como la Asociación Médica Estadounidense (AMA), la Sociedad Estadounidense del Cáncer y la Academia de Nutrición y Dietética alientan a las personas a comer más, no menos, de una variedad de frutas y verduras.

  1. Los alimentos no perecederos, orgánicos o convencionales, son alimentos confiables y saludables para todos nosotros.

A menudo, las frutas y verduras frescas no están disponibles para nosotros o pueden no ajustarse a nuestro presupuesto. Cuando esto sucede, hay muchas frutas y verduras secas, enlatadas y congeladas disponibles que ofrecen una forma nutritiva de acceder a estos alimentos. Al igual que con las frutas y verduras frescas, no es necesario buscar la versión orgánica de estos alimentos para que sean seguros.

En resumen, este tipo de listas de “no comer”, que no tienen una base científica sólida y apuntan a socavar el proceso regulatorio que sustenta nuestro sistema alimentario, son irresponsables y caóticas. Esperamos que nuestra lista de La Seguridad de los Siete sea útil mientras todos buscamos la mejor manera de acceder a alimentos seguros y saludables para nosotros y nuestros familiares.